Ergi estaba dando vueltas, ansioso en la espera de Mckenna.
"¿Cuándo va a llegar?"
Se estaba impacientando.
— Pío.
Ergi se dio la vuelta hacia la ventana cuando escuchó un chillido, sin esperar más, corrió a abrir la ventana.
— Hasta que llegas.
Dejó entrar al ave azul.
Ignoró la mirada molesta del ave y corrió hacia su escritorio a tomar la nota que enviaría.
Mckenna casi se desmaya cuando vio la enorme carta que había sacado Ergi.
— ¡Pío! – el ave protestó.
No cargaría esa enorme carta hasta Occidente.
— Será mejor que lo envíes y vueles lo más rápido posible si no quieres ser cocido – amenazó con la poca paciencia que le quedaba.
Mckenna chilló aterrado y asintió.
— Bien, ahora vete – el ave salió volando a prisa.
Ergi mordió su pulgar nervioso, miró su dedo sorprendido.
Era la primera vez desde su infancia que estaba tan nervioso.
Sonrió.
Haber encontrado a su hermana hizo que volviera a sentir el nerviosismo.
Se sentía nervioso, nervioso por su hermana.
"Haré todo para protegerte."
Caminó hacia la puerta, debía distraerse si quería conservar sus dedos.
"Visitaré a Rashta. Me pregunto que tontería habrá hecho."
[...]
Por los pasillos del palacio iba una alegre pelinegra.
Keila estaba contenta de visitar a la Emperatriz, quería ver como estaba y hablar un poco con ella.
Hoy era su día de descanso.
— ¿Oh?
Keila divisó una cabellera conocida.
— ¡Duque Ergi!
La fémina corrió hacia el hombre. Ergi se giró sorprendido, pero quedó encantado al ver a la pelinegra correr hacia él.
Era parecido cuando su pequeña hermana corría hacia él por su ayuda después de hacerle una broma a Heinrey.
Inconscientemente sonrió.
Estuvo a punto de extender sus brazos, pero se dio cuenta a tiempo de lo que iba hacer y retrajo sus brazos.
— Lady Keila, que placer verla – sonrió un poco triste por no poder abrazar a la azabache.
— Digo lo mismo, su excelencia – hizo una reverencia – Disculpe mis modales, sé que una dama no debería correr así, pero es que me emocioné un poco al verlo – confesó un tanto tímida.
Estar al frente del Duque la hacia sentir pequeña.
En sí, al principio le incomodaba la presencia del Duque, pero ahora se le hacia agradable su compañía.
Ergi se sorprendió por la confesión de la menor, su corazón sintió calidez pero al mismo tiempo se estrujó.
"No sabes cuanto quisiera abrazarte..."
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El Alfil de la Reina [EDITANDO]
FantasyKeila Ajax sería el karma de Rashta, la concubina que lastimaba a la emperatriz, a quien admiraba. Ella sería la espada que protegería a su mayor, sería.... El alfil de la Reina. Pero en sus planes no estaban enamorarse del emperador, el esposo de s...