– Volveré enseguida...
Yeonjun observó por unos momentos como Heeseung sollozaba en aquella cama para luego bajar las escaleras e ir a la cocina donde estaba Beomgyu preparando algo para que el menor comiera.
- Saldré un rato, no hagas nada estúpido - Dijo Yeonjun para luego acercarse a su menor dejando un beso en su lastimada mejilla - Deberías curarte eso, se va a infectar...
Cuando en aquella silenciosa casa se escuchó el ruido de la puerta siendo cerrada solo ahí pudo Beomgyu respirar con tranquilidad.
- Por lo menos... Se preocupa - Dijo Beomgyu tratando de aún buscar algo de bueno en Yeonjun, aunque en sus ojos ahora solo había lágrimas debido a las heridas que el mayor había hecho en su lastimada piel, que ya de por sí tenía varias heridas, pero ahora estaban empeorando, pero el menor las ignoro para seguir cocinando para Heeseung.
Por otro lado, estaba el pelinegro que lloraba del dolor en todo su cuerpo, pero el peor dolor que estaba sintiendo era la de su marca que cada vez más se expandía aquel horrible color negro por todo su cuello y solo provocaba que el menor sufriría y pidiera a gritos que parará esa tortura.
- Heeseung... - El mencionado pudo ver cómo Beomgyu entraba en la habitación y colocaba una bandeja con varios alimentos para que comiera -... Espero que te guste...
- No quiero comer... - Dijo Heeseung, estaba algo paranoico porque pensaba que cualquier cosa que había en aquella casa lo lastimaría como aquella comida que no sabía si Yeonjun había agregado algo extraño – ¿Dónde está Jungwon? ¿Está bien?
– Esta bien, logre que Yeonjun no le haga nada, pero está encerrado en el sótano – Beomgyu extendió nuevamente con timidez aquel plato de comida y busco sonreír, pero sin lograrlo – Perdón hyung... Pero no tiene nada... Yo lo prepare... – Beomgyu no podía ver el rostro de su mayor sin sentir ese constante sentimiento de culpa por la agonía que vivía una persona que lo considero su amigo –... Quisiera hacer algo, pero...
- ¡TODO ES TU CULPA! ¡YO NO ESTARIA AQUI SI NO FUERA POR TI! - lo próximo que se escuchó fue el ruido de la bandeja siendo lanzada hacia el otro extremo de la habitación, platos y vasos rotos contra el suelo debido a cómo Heeseung lo había lanzado. Estaba muy enojado y lo único que buscaba era poder encontrar alguna solución para volver con su alfa.
Pero todo sentimiento de enojo se esfumó al escuchar un pequeño sollozo dándose cuenta que Beomgyu lloraba en silencio.
Beomgyu no tenía la culpa.
El menor mostró su rostro lleno de heridas y Heeseung pudo observar como sus brazos estaban cortados o tenían marcas de un color morado.
Ninguno era el culpable. Ambos eran víctimas y solo podían llorar en silencio pidiendo porque alguien los salvará de aquel infierno que vivían.
– Perdón... – Ambos simplemente se quedaron en silencio para luego Beomgyu irse de la habitación y volviendo con otro plato con comida.
Mientras Heeseung se encontraba comiendo Beomgyu solo se quedaba mirándolo hasta que sintió su aroma un poco más fuerte de lo común, aunque esto no parecía afectar al Omega que se encontraba comiendo. Pero en vez de aquel aroma calmara al menor de ambos jóvenes solo lo hizo alertarse al sentir un leve aroma que se encontraba en medio del habitual.
Leche y talco.
El castaño se fue corriendo de aquella habitación dejando a un Heeseung muy confundido por la reacción de su menor.
Por otro lado, estaba Beomgyu que empezó a llorar desconsoladamente al sentir ese aroma tan característico de los cachorros. No podía creer lo que estaba pasando.
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Daddy You Are My Alpha
FanfictionHeeseung, un joven Omega de apenas 18 años, ha estado completamente enamorado de su padre, Park Jongseong, desde que tenía 13 años y conforme pasan los años su amor hacia el mayor se hace más grande. Aunque sabe que para el mundo es un enfermo por e...