Capítulo 17

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Un pequeño pelinegro de apenas seis años se encontraba terminando un hermoso dibujo que, con tanto esmero, se había empeñado en realizar para mostrarlo con orgullo a su madre ya que quería recibir un elogio por su esfuerzo.

Luego de haber terminado su pequeño dibujo fue corriendo con una hermosa sonrisa hacia la habitación de su progenitora

- ¡Mami! mira mi dibujo - dijo Yeonjun con alegría mientras extendía su dibujo con alegría que se reflejaba en su inocente mirada a la vez que veía como su madre simplemente seguía mirándose en el espejo terminando de arreglar su maquillaje que según, para el criterio de un pequeño como Yeonjun, era demasiado exagerado.

- Que bonito Yeojin - Decía aquella mujer sin interés y sin haberse volteado a mirar a su hijo el cual la veía con ilusión de que lo mirara aunque sea unos minutos... Aunque sea unos segundos...

- Mami... Mi nombre es Yeonjun, y... ¿No vas a mirar mi dibujo? Lo hice para ti - Yeonjun hizo un puchero mientras seguía extendiendo aquella hoja de papel la cual estaba empezando a arrugarse debido a cómo el menor lo apretaba debido a la frustración que su pequeño cuerpo estaba sintiendo.

- Ya dije que bonito Yeonsik, digo Yeonjun - Dijo la Omega mientras rodaba la ojos para luego colocarse el rimel sobre sus largas pestañas -... Vete a dormir, yo debo salir un rato.

- ¿No te acuerdas que día es hoy? - Pregunto Yeonjun cuando escucho que su madre se iría y lo dejaría solo, cómo todos los días. Aunque ya se había acostumbrado a esa rutina.

La Omega miro el calendario dándose cuenta que ese día era el cumpleaños del menor así que volteo a mirarlo, provocando ilusiones en el pequeño que pensaba que su progenitora pasaría ese día con él. La mujer saco de su bolso unos billetes y se lo entrego al cachorro.

- Cómprate algo - Dijo sin ninguna pizca de lastima de dejar solo a su hijo para luego con algo de asco acariciar el cabello del menor, después de eso se dirigió a la cocina por hacer algo de comida antes de salir, dejando a un niño con dinero en las manos, un dibujo roto, por la fuerza que uso al haberlo apretado debido a la rabia, y también con un corazón roto por estar nuevamente solo en su cumpleaños.

Yeonjun bajo las escaleras hacia la puerta y salió de aquella casa empezando a caminar hasta una tienda de conveniencia donde busco algunos cupcakes para comer.

- Aunque sea comeré algo... - Susurro el pequeño mientras buscaba aquellos cupcakes del sabor que él quería, pensaba comerlo en compañía de sus peluches mientras veía algún programa que lo hiciera olvidar el mal momento.

- No alcanzó... - Yeonjun vio como un pequeño niño con el cabello muy desordenado trataba de alcanzar algo en específico así que con algo de timidez se acercó y se estiró alcanzando aquel paquete de galletas para dárselo al pequeño que lo miro con asombro - ¡¡Gracias!! Eres muy amable.

- No es nada - El mayor volvió a su trabajo de buscar el paquete de cupcakes pero no contó con que aquel pequeño lo iba a estar siguiendo en su búsqueda - ¿Necesitas algo?

- ¡Si! ¡Un abrazo! - El pequeño no tardó en abrazar al mayor quien se sorprendió ante aquello pero sintió sus mejillas sonrojarse porque en su corta vida jamás había sentido aquel calor tan reconfortable.

Le gustaba esa sensación.

- ¿Dónde está tu mamá? - Pregunto Yeonjun preocupado de que aquel niño estuviera solo. Tal vez él se la pasaba solo pero no soportaría que otro niño estuviera en la misma forma que él.

- Ahí - Señaló el pequeño niño con una sonrisa por lo cual Yeonjun tomo la mano del menor y empezaron a caminar hacia la mujer que se veía algo joven para ser la madre.

Daddy You Are My AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora