Heeseung, un joven Omega de apenas 18 años, ha estado completamente enamorado de su padre, Park Jongseong, desde que tenía 13 años y conforme pasan los años su amor hacia el mayor se hace más grande.
Aunque sabe que para el mundo es un enfermo por e...
Heeseung sentía su cuerpo pesado, la cabeza le daba vueltas y sentía que se volvería a desmayar si pensaba en la sola idea de levantarse.
Como pudo logro centrar su mirada en la persona frente suyo, pero entonces sintió como los colores abandonaron su rostro cuando se dio cuenta de quién se trataba.
– ¿Yeonjun? – El Omega miro a su alrededor viendo aquella habitación tenía las ventanas cubiertas por vigas de maderas, la lámpara apenas alumbraba aquel espacio, trato de levantarse pero observo aquellas cadenas que rodeaban su tobillo de una manera muy dolorosa debido a la presión que estas hacían sobre su pierna.
Sintió a su lobo temblar debido al miedo – ¿Qué hago aquí?
– Éstas en casa cariño, dormiste mucho tiempo, pronto será medianoche – Yeonjun acaricio con suma delicadeza, como si se tratara de una fina porcelana, la mejilla del menor el cual apartó su rostro de aquellas "muestras de cariño" pero entonces se vio como el alfa le sonreía de forma divertida, como si la situación fuera un chiste, para luego darle un golpe con la mano cerrada – No vuelvas a hacer eso...
– Yeonjun por favor ¿Dónde estamos? Quiero ir a mi casa – Apenas pudo susurrar Heeseung debido al aturdimiento de aquel reciente golpe.
– ¿Para qué? Para estar con aquel alfa el cual es tu padre – El menor abrió sus ojos grandemente al escuchar aquellas palabras y observó como el alfa se reía levemente mientras lo miraba – Si pequeño, ya se tu secreto ¿No piensas que es enfermo? Una relación romántica entre padre e hijo, que asqueroso...
– No hables así de él – Gruño levemente ante la forma en la que el mayor se dirigía a su alfa; su omega y el sentía tanta rabia ante la forma en la que hablaban de su alfa, no pensaba en la situación solo en defender a su alfa.
– No me digas que hacer – Dijo entre dientes Yeonjun buscando no enojarse más de lo que podía estarlo.
Si por algo era conocido Yeonjun era por su falta de paciencia y su forma sádica de desquitarse con aquello que le quitaba la paciencia.
– ¡Suéltame ahora!
Lo próximo que sintió Heeseung fue como el mayor golpeaba su rostro con tanta fuerza logrando romperle el pómulo de su mejilla el cual ya estaba sangrando.
– Maldito... – susurro Yeonjun mientras empezaba a golpear al menor con toda su fuerza mientras este gritaba por piedad y por ayuda la cual no recibiría.
– Jongseong...
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Jongseong luego de no haber dormido toda la noche decidió ir a la estación de policía para hacer la denuncia de desparecido.
Aunque al principio no quisieron tomar su denuncia debido a que debía esperar cierto lapso de tiempo para tomarse como desaparecido lo cual había enojado al alfa porque no podía esperar.
