Capítulo 18

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– De pie para el veredicto – Se escuchó por parte de unos de los policías que se encontraban en el juzgado.
Todos estaban expectantes al veredicto que se daría ¿Culpable? o ¿Inocente? pocos lo tenían claro y otros estaba curiosos por saberlo.

– Dictaminando entre las pruebas y testimonios del acusado, nosotros el jurado encontramos a Choi Yeonjun... – El mencionado observó el rostro de cada uno de los miembros del jurado buscando alguna señal de su destino –... Inocente.

Los abogados, Beomgyu y Yeonjun festejaron felizmente.

– Mostrando su inocencia joven Yeonjun queda libre de cualquier cargo y este caso será cerrado como resuelto y archivado – Hablo Juez para luego dar una reverencia, viendo cómo todos se levantaban también se levantó y se fue de aquel lugar dejando a todos con una sonrisa de felicidad a haberse hecho "justicia".

Luego del juicio Yeonjun fue llevado a un orfanato del cual siempre se escapaba por el simple hecho de que no quería estar ahí. No pertenecía a ese lugar.
Así siguieron hasta que una asistente social decidió devolverlo a su casa y decidió pagarle una paga mensual para que viviera cómodo hasta que cumpliera la mayoría de edad.

Eso hizo felices a Beomgyu y Yeonjun ya que podrían estar juntos.

Pero toda felicidad llega a su fin.

Y fue ese día en que Yeonjun se presentó como Alfa.

Eso lo sorprendió demasiado ya que desde que tenía nueve años siempre pensó que sería un Omega, más cuando las palabras de aquellos alfas y betas que lo tocaron venían a su mente.

– Eres tan pequeño, seguro serás un Omega.

(...)

– Este cuerpo es digno de un Omega... Tan delicado y bonito

(...)

– Cuando te presentes como Omega te juro que te reclamaré como mío...

En parte Yeonjun estaba agradecido con su presentación, pero también estaba enojado. No quería ser algo que lo había lastimado, no quería ser un Alfa porque ellos protegían y él quería que lo protegieran.

Pero la peor parte fue cuando Beomgyu se presentó a los doce años como un Omega sumando también su aroma a Fresas y Durazno. Tan parecido al de su madre que fue Melocotón.

Cada vez que sentía el aroma de Beomgyu le producía ganas de vomitar porque, aunque no era el aroma de su madre le resultaba tan parecido. O eso maquinaba la mente de Yeonjun el cual siempre sentía su tic en el ojo.

– Beomgyu... – Cuando tuvo la mirada del mencionado sobre él decidió hablar – Huye conmigo...

– ¿Que? – Beomgyu observo a su mayor sorprendido ante sus palabras

– Lo que dije... – Yeonjun sonrió haciendo a su contrario corresponder aquella sonrisa – Huye conmigo, huyamos de aquí...

– Pero ¿a dónde iremos? Además, estamos bien aquí... – Beomgyu estaba asustado y bajo la mirada – ¿Por qué irnos?

– No quiero estar aquí... ¿Vienes conmigo o no?

– Yeonjun yo...

– Pensé que me querías... – Yeonjun bajo la mirada, pero rápidamente sintió las manos contrarias tomar su rostro con delicadeza.

– ¡No! Claro que te quiero, pero... – el menor mordió su labio inferior.

No sabía qué hacer, pero no quería que su amigo se fuera de su lado.

Daddy You Are My AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora