"Porque eres solo un hombre, es justo lo que haces, tu cabeza en tus manos mientras me pintas de tristeza. Sí, tú eres solo un hombre de principio a fin."
Norman Fucking Rowell, Lana Del Rey—
Valentina manejó por lo que pareció una eternidad con Juliana a su lado, ni la canción más movida o energética que transmitieran por la radio podía distraerlas de la bola de estambre que eran sus estresantes pensamientos.
Llegaron a un sendero que conducía a un gran lago dentro del bosque, era totalmente pacífico con los patos que se adueñaban de las orillas y migajas de restos de comida, otros nadaban entre las aguas solos o acompañados. Había bancas en los alrededores y, por el pavimentado camino que rodeaba el lago podía decirse que no era un lugar completamente abandonado, pero por la fría mañana nadie visitaba aquel recinto de paz.
Juliana bajó del auto arrepintiéndose de no haber llevado ropas más abrigadoras para el gélido aire de la mañana entre la maleza del pequeño bosque. Valentina sacó de la parte trasera dos abrigos suyos, como si los hubiera tenido preparados en anticipación, y le tendió uno amablemente para que se refundiera en la calidad de la cálida tela. Con un movimiento de cabeza Valentina la guio hacia una banca fría que daba de frente al lago, y estuvieron ahí con la frescura del aire soplándoles directamente al rostro y moviendo sus cabellos en desorden.
—No sé cómo empezar esto... —Musitó Valentina con las manos en los bolsillos.
—Puedes empezar contándome quién es ella... Elena —repitió el nombre con duda.
—Es una larga historia. En realidad, solo será larga para ti. Las demás han reunido escombros de la historia —aclaró refiriéndose a sus amigas, lo que le hizo entender que pasarían un buen rato allí sentadas. Se aclaró la garganta y prosiguió —cuando iba en preparatoria, casi como de tu edad, sabía perfectamente que iba a terminar trabajando en lo mismo que mis padres habían trabajado toda su vida. Era una vida aburrida la que todos tuvimos aquí, pero buena. Partidos de soccer o deportes sociales los fines de semana, festivales de la escuela y graduaciones que perseguir. Era casi predilecto que Jazmín y Flor terminarían juntas, o que Cheryl finalmente conquistaría a Toni. Creo que, de ser como todo mundo pensó que sería, yo tendría a Lexa marcada y con cachorros ahora mismo. —Paró para empezar a darle cuerpo a la conversación.
—Entonces una familia extranjera llegó al vecindario con una hija adoptada. Se habló de ellos en todas las reuniones de madres, y en todas las casas también. Tenían dinero, y ella había estudiado en Estados Unidos hasta la secundaria. Llegó a mi clase un día con una inusual confianza para una omega, me recordaba mucho a la personalidad de Toni. Se llamaba Elena, y supongo que intuyes qué pasó, ¿no es así?
—¿Era tu novia? —Preguntó Juliana lentamente, casi afirmándolo.
—Creí que era el amor de mi vida. La cortejé por un tiempo hasta que aceptó ser mi omega, y entonces mi vida pareció tomar un rumbo finalmente. Pasó lo que tenía que pasarle a una pareja enamorada y ordinaria de preparatoria, estuvimos juntas hasta el final antes de ir a la universidad donde creí que nos separaríamos, pero no pasó. Ella iba a estudiar arquitectura al sur de país y yo me iba a quedar aquí para administración, pero en una racha rebelde me escapé con ella para estar juntas. Apliqué en la carrera de artes plásticas y me quedé, así que en medio año ya estábamos viviendo en un departamento tan pequeño en el que apenas las dos cabíamos.
Dentro de la cabeza de Valentina las escenas comenzaban a revivirse y la obra parecía retomar vida, los telones nuevamente abiertos y las luces apuntando directamente para la escenificación de aquel periodo en su vida. Las palabras salían solas cuando estaba con Juliana, era como si hubiera perdido el filtro ya hace tiempo, pero seguía existiendo ese sabor amargo cuando hablaba de ello. Había sido tan doloroso en el momento, que la única manera en que pudo sobrellevarlo fue encerrando el recuerdo.
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Kerosene |Juliantina
RomanceValentina es una huraña y terca alfa solitaria, que vive a las afueras de la ciudad, cómo encargada de un viñedo turístico. A su edad ella ya no mantiene ningún sueño enfrascado porqué todos estos se han roto a lo largo de su vida. El único sueño qu...