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Chasing Cars—Sleeping At Last.

Un nuevo día. Era nuevo día sin encontrarlos. No había nada, no existían pistas, se habían desvanecido como si de fantasmas se trataea. No importaba que ya hubiesen pasado días o horas, el dolor del impacto de la noticia seguía siendo el mismo.

Había pasado una semana desde las desapariciones de Blair y Robin. Todo el pueblo estaba nervioso, ya casi no se veían niños en la calle, algunos eran acompañados hasta la puerta de la entrada del colegio y los esperaban en ese mismo lugar. La búsqueda parecía que nunca acabaría, la tensión estaba en el aire.

Luego de que encontraran el gorro Blair, su tía Sophie se desmayó y su hermano perdió la cabeza, nadie del pueblo los había visto a ninguno de los dos durante los últimos días, estaban encerrados en su casa. Malcolm no sería capaz de soportar otro golpe así. Todos en el pueblo hablaban sobre lo desafortunada que era la vida de ese pobre chico.—Y en cierta parte, nadie se equivocaba.—Pues todo lo que alguna vez había sido su vida, ahora era su desgracia. Malcolm cargaba con su cruz desde que nació, y la cargaría hasta morir.

Las mejores amigas de Blair; Luna y Fabiana, no fueron a la escuela por tres días seguidos, cuando se les pudo ver ninguna de las dos hablaba, estaban calladas, no discutían cómo normalmente se les veía hacerlo. Simplemente no hacían nada. Ellas y Blair se conocían desde muy pequeñas, las tres formaron parte fundamental de la vida de las otras, se apoyaron en sus momentos. Y ahora una de las tres faltaba. Blair se había ido al igual que Robin y los demás chicos se fueron, sin dejar rastro, abandonando toda su vida para descender a un infierno.

Cada día Finney se sentía más solo, tenía a Gwen y a Donna, pero no había nada que llenara el vacío que la ausencia de sus dos mejores amigos causó. Y sabía que solo ellos dos podrían llenarlo. Era curioso la diferencia entre Robin y Blair, con Robin, Finney tuvo que esforzarse bastante para que lo considerara alguien digno de su amistad, en cambio con Blair unas palabras fueron suficientes para que fuesen amigos. Una simple mirada.

Ahora ninguno de los dos estaba.

¿Estaban juntos? ¿Tenían miedo? ¿Ese hombre los lastimó? ¿Seguían con vida?

Blair y Robin habían sido diferentes en todas las maneras y formas posibles, pero ahora, los dos eran iguales. Los dos habían sufrido y perdido lo mismo. Y de alguna forma Finney Blake se culpaba de la desaparición de los dos.

"Pude haber quedado con Robin para estudiar otro día..."

"No debí cancelar la salida con Blair."

Sabía que el único culpable era el Raptor, pero había algo que no lo dejaba dormir por las noches, que lo hacía despertarse asustado y sudoroso y con el pecho latiendo a mil, y dificultad para respirar y esa sensación tan famosa entre la gente llamada: Ansiedad.

Finney recordaba con sus sabor amargo en su boca aquella vez que tuvo un sueño con Blair. Era de los pocos que había tenido en su vida pues el no acostumbraba a soñar demasiado. En su sueño distinguió a Robin, muy lejos de él, se encontraba con la cabeza viendo hacia el suelo y su cuello y brazos estaban llenos de sangre. Su cabello estaba suelto, tapaba la mitad de su rostro y estaba parado sin hacer nada en el fondo de una habitación completamente blanca. Robin no parecía tener emociones en su apagado rostro, y detrás de el se escucharon un par de pasos.

The Last Letter. || Finney Blake.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora