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El amor es un lenguaje sin palabras, una melodía que resuena en los corazones, trascendiendo las barreras del tiempo y el espacio. Es un viaje sin mapas, donde cada paso nos lleva más cerca o más lejos de su esencia. Como un sueño que se desvanece al despertar, el amor se escapa entre los dedos, dejando rastros de nostalgia y anhelo.

En el misterio del amor, encontramos paradojas inquietantes y esa mañana en la escuela hicieron una pregunta que resonó toda la mañana en la mente de la chica, una pregunta relacionada con el amor. Y ella sabía que jamás se había sentido atraída amorosamente por nadie, siempre lo había tenido en cuenta, pero ese día, esa vez fue diferente. Normalmente Blair resoplaba con aburrimiento y decía que jamás le había gustado nadie, pero ese día, el rostro torpe y cariñoso de Finney se atravesó en su mente sin permiso alguno. 

Lo ignoró.

Pero volvió a aparecer.

No. No podía ser cierto.

No.

No le podía gustar Finney ni nada parecido, ¡No le podía ni siquiera atraer!

¿O sí?

No soportaba el hecho de que su primer y único amigo hombre le estaba empezando a gustar de una forma en la que nunca había prestado atención a nadie. Ni siquiera sabía cuándo, en qué momento, en qué situación, en qué contexto se habían hecho tan amigos.

Tal vez fue cuando se quedaban horas hablando de Julie y Masón.

Pudo ser cuando Finney huyó de ella mientras ella trataba de alcanzarlo.

Tal vez fue cuando se escaparon aquella noche estrellada y vieron el cielo juntos.

O cuando le pregunto su canción favorita.

¿Fue cuando compartieron los recuerdos de su pasado juntos?

Finalmente, se dió cuenta de que habían sido todos y cada uno de esos momentos los que los hizo tan cercanos. Esos momentos, los que crearon a Blair y a Finn.

Blair y Finn eran algo increíble, no tenían comparación.

Y la explicación era simple y básica viéndola con cabeza fría; Le gustaba.

¿Pero por qué?

Y para empeorar más la situación, su maestra había llevado una carta para leerla a todos sus alumnos aquella clase. El propósito de aquella acción era demostrarle a los estudiantes que el amor no tenía porque ser algo aterrador, podía ser algo hermoso incluso cuando el final si llegaba a ser espeluznante. La carta era una que le había escrito su ex marido, el cual actualmente estaba muerto, y era un pergamino que se había creado cuando recién se estaban enamorando.

«— No sé que será de tu vida, pero si alguna vez te falta aire en tus pulmones, si alguna vez te sientes tan sola, si alguna vez te sientes desesperada, si alguna vez te sientes atrapada puedes leer esta carta para tenerme siempre contigo, si algún día no estoy y necesitas hablar conmigo entonces abre esta carta, porque acá he puesto mi corazón, única y especialmente para ti.— »

Y en otra ocasión para Blair eso hubiese sido algo extraordinario. Y lo era, porque aunque el no estaba allí, su espíritu vivía en las palabras que fueron escritas únicamente para su amada. Pero en ese momento no le parecía bonito porque estaba nerviosa. Se acababa de dar cuenta de algo espeluznante, perturbador y completamente horrible; Le gustaba Finney Blake. Y era aún peor porque la novela que habían escrito juntos también trataba de cartas.

The Last Letter. || Finney Blake.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora