Whisky on ice - Robin Buckley +18

La chica misteriosa

Gorgeous - Taylor Swift

El timbre indicando que las clases terminaban y el verano empezaba sonó y todo el mundo salió corriendo.

Corrí por los pasillos y salí fuera.

En el parking del instituto estaban mis dos chicos favoritos.

Eddie Munson y Steve Harrington.

Los dos habían terminado el instituto un año atrás.

Llegué con ellos y los abracé.

- ¡Soy libre! -grité emocionada.

- ¿Tendremos que aguantarla todos los días, Harrington? -le dijo Eddie de forma burlona.

- Creo que podemos encontrar alguna forma de vendérsela a alguien y así nos deshacemos de ella. -le contestó Steve, siguiéndole el juego.

- Paso de vosotros. -dijo y me giré para caminar en la otra dirección.

Pero los dos me cogieron del brazo y me volvieron a abrazar.

- ¿Qué tal si nos acercamos al centro comercial? tengo que buscar trabajo. -dijo Steve moviendo las llaves entre sus dedos, haciéndolas girar.

- ¿Me comprarás un helado? -pregunté mirándolo.

- Nos comprará helados a los dos, pequeña. -dijo Eddie y me cogió de la mano para ayudarme a subir al coche.

Steve soltó una queja y los dos reímos.

Arrancó el coche y nos dirigimos al centro comercial.

Como siempre, estaba lleno, y mucho más ahora que las clases habían terminado y el calor se sentía en el ambiente.

Eddie me cogió de la mano, como hacía siempre, eso era una costumbre para él.

Mientras que Steve caminaba a mi lado, pareciendo un perro guardián por lo alto que era a mi lado.

- ¿Sabéis que me ha pasado hoy? -pregunté llamando la atención de los dos, emocionada.

- ¿Qué ha hecho ahora tu princesa misteriosa? -preguntó Steve, refiriéndose a la chica que me gustaba.

- Caminaba por los pasillos y me he tropezado, haciendo que todo se me cayese al suelo, ella estaba ahí y me ha ayudado a recoger los cuadernos del suelo. -dije con una sonrisa boba en la cara.

- ¿Habéis hablado? -preguntó Eddie esperanzado.

- Yo quería darle las gracias, de verdad, pero sus ojos azules me han dejado sin palabras, ¡estaba muy cerca! -dije estresándome.

Steve y Eddie rodaron los ojos con una risita.

Llegamos a la heladería y Steve se emocionó al ver que tenían un cartel que decía que buscaban gente, así que mientras él hablaba con el encargado, Eddie y yo nos sentamos en una de las mesas.

- Pero si son el rarito y Leah Jones, ¿dónde has dejado a tu novio el popular? -preguntó Jason, refiriéndose a Steve.

- ¿Qué coño quieres ahora, Carver? -le pregunté de mala gana.

- Que lo dejes de una vez y te vengas conmigo. -dijo cruzándose de brazos.

Eddie soltó una risa a mi lado.

- Puedes seguir soñando. -me crucé de brazos yo también.

- ¿Contigo? cada día, preciosa. -siguió hablando.

Steve apareció con nuestros helados y se sentó a mi lado, pasando un brazo por encima de mis hombros.

- ¿Tengo que darte otra paliza, Carver? -le preguntó Steve.