CAPITULO 2

944 21 3
                                    

------

A veces cuando estamos discutiendo por querer ganar terminamos diciendo cosas que no queremos, o en el peor de los casos, prometemos lograr hacer algo que luego nos arrepentimos de haber dicho, pero ya está hecho, básicamente eso fue lo que hizo que comenzara todo esto. Además de mi gran curiosidad hacia Jacob en un inicio, también fue porque prometí algo que en ese momento estaba segura de lograr, tenía tanta seguridad a los 15 por alguna razón.

Pero en parte la seguridad es muy bien porque te asegura que lograrás conseguir eso que quieres, en mi caso fue así, yo lo conseguí, lo logré no de la forma que lo quería, pero lo logré, por no querer darle el gusto a esa chica tan desagradable, por querer creer que podría cambiar la personalidad de alguien, cuando esa persona era tan parecida a mí.

Luego de ese fin de semana que pasé con Daniel en mi casa un nuevo comienzo de semana llegó, donde otra vez debemos ir a la escuela, era de las cosas más aburridas, solo esperaba el receso para poder salir a relajarme en el patio de la escuela, debido a que el salón de clases era tan agobiante.

A penas sonó el timbre avisando que el descanso de 30 minutos había llegado, al salir de clase se me hizo gracia ver como todos los que estaban en el aula se abrían paso para dejarme pasar cual reina saliendo de su castillo, los de la clase de Literatura eran así casi siempre conmigo, considerando que era la única de mis amigos que estaba en esta clase.

Salí con la intención de dirigirme hacia el salón que tenía con los demás, donde podíamos estar nosotros sin nadie que nos interrumpiera o prohibirá de hacer algo, caminaba por los pasillos viendo todo, a lo lejos estaba Jacob, se le veía molesto como si estuviera harto de algo pero no sabía de qué, quise seguir observándolo pero justo llegué a la puerta se me hizo curioso ver esta con seguro. Saqué las llaves que tenía en mi saco del uniforme, solo los 4 teníamos acceso a esta sala por ende teníamos la llave para poder entrar cuando queramos.

Al abrirla me encontré con la imagen más desagradable que pude ver, dos chicos, una rubia junto con otro chico de cabello castaño todo despeinado, ambos estaban besándose de una forma desenfrenada contra los casilleros que estaban ahí, la chica estaba solo con su sujetador y el chico sin camisa. Ellos al oírme se separaron a verme y el chico la empujo demasiado fuerte haciendo que esta caiga al suelo mientras el cogía su camisa para cubrirse.

Eran James y Sabrina.

James Parker, un chico de cabello castaño y ojos verdes, era muy conocido por ser uno de los mejores amigos de Jacob y además porque le gusta estar de chica en chica, al igual que su amigo.

Sabrina Smith, una chica rubia con ojos casi del mismo color que los de James, era la estúpida ex de mi hermano, estuvieron juntos por 4 meses, pero terminaron justo ayer, según Luke ella lo había engañado y por lo visto no mentía.

—¿No te han enseñado a tocar? —me miró ella de forma molesta.

—Este salón puedo entrar cuando se me de la gana, los que no son bienvenidos son ustedes.

—Luke me dijo que podía entrar cuando quiera.

—Eso fue antes de que le pusieras los cuernos con este idiota mal parido.

—¿Disculpa? ¿Cómo me has llamado?

—Idiota mal parido ¿no te funcionan los oídos?

—Yo no lo engañé, solo que me sentía confundida sobre como me sentía y quise comprobarlo.

—Que forma tan horrenda de querer comprobar lo que sientes. Si sentías algo por mi hermano no te habría pasado ni por la cabeza besarte con alguien más.

Pintura Amarilla Donde viven las historias. Descúbrelo ahora