Pintura Amarilla

CAPITULO 5

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¿Nunca habías salido a una fiesta sin el permiso de tu mamá? Decirle que vas a otro lugar, pero en realidad vas a un club donde pretendes ser mayor de edad. Yo lo hacía sinceramente muy seguido a esa edad. Casi nunca pensaba en las consecuencias porque no las había.

O eso era hasta aquella noche en la que no pensé y tomé más de lo que debía, terminé ebria y eso hizo que mi madre se enterara de todo, pero al menos, con un poco de suerte, fue ella la que se enteró.

Di vuelta hacia al otro lado de mi cama para comenzar a abrir mis ojos lentamente aun veía todo borroso, pero poco a poco mi vista se comenzó a aclarar, dejándome observar algo o mejor dicho alguien que altero ese momento.

—¡Ah mierda Luke! —grite asustada al ver todo su rostro muy cerca del mío, despertarse y que lo primero que veas sea a tu hermano intentando asustarte no era lo mejor que digamos. —Mi cabeza... —comencé a sobarme esta pues sentí un dolor punzante inmenso.

—Estas en problemas idiota— dijo burlón —Quien te manda a emborracharte.

—Hasta que despertaste— vi a mi mamá adentrándose a la habitación —Te duele la cabeza ¿cierto? —mire a otro lado —Tómalo como tu castigo por irte a un club como si fueras mayor de edad y peor aún tomar alcohol como si no hubiera un mañana— suspire —Bajen a desayunar los dos— avisó para salir junto con Luke.

Una vez en la mesa comenzamos a desayunar, Luke no paraba de burlarse pues decía que tenía una cara de muerta.

—¿Recuerdas algo de anoche? Si quiera como llegaste ¿o algo? —negué.

—¿Cómo llegué? —pregunté con la voz baja pues me irritaba cualquier ruido.

—Tu novio te trajo— comentó haciendo que me atorara con el jugo que estaba tomando. —¿Por qué no me contaste que estabas saliendo con Jacob Blaze? O aún peor, ni se lo comentaste a tu hermano.

—Porque sabe lo que le diré sobre Jacob.

—Tu cállate si no te lo conté fue porque estabas ocupado jugando al pequeño hombre empresario con papá.

—Suficiente, no peleen— rodeé mis ojos —Sabes que la empresa de su padre es la rival de la de tu padre ¿verdad? —asentí sin darle importancia —Piensa bien tus acciones cariño, va para los dos mejor, piensen antes de hacer algo o relacionarse con alguien.

—¿Oíste? No te metas con chicos con fama de jugar con sus novias.

—Va para ti idiota, que te metiste con una estúpida que te saco la vuelta. Y ya cállate que me aturdes— me quejé mirándolo enojada y el sacaba su lengua en forma de burla.

—¡Ya suficiente! —habló nuestra mamá golpeando la mesa —Terminen de desayunar para que el señor Carlos los llevé a la escuela—  estaba a punto de quejarme cuando me interrumpió —No quiero oír peros, tu resaca es por tu travesura y no pienso dejar que faltes a la escuela por eso. Beatriz dale una pastilla y que se vayan a alistar luego— ella asintió y vi a mi madre salir retirarse de la mesa.

En el auto todo se mantenía en silencio, no era porque estuviéramos peleados en verdad, nunca lo hacíamos, solo que nos encantaba jodernos el uno al otro desde que somos pequeños, y cuando teníamos 14 años las bromas o molestias eran mucho más pero nunca llegábamos a una pelea verdadera, a menos hasta ese momento no había ninguna pelea entre Luke y yo.

—¿Por qué no me contaste que salías con el idiota de Jacob? Que tuve que enterarme al verte besándotelo como si no hubiera un mañana en el patio frente a todos— el decidió romper el silencio.