CAPITULO 3

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A veces hay situaciones que simplemente no están destinadas a suceder, o relaciones que no están destinadas a durar para siempre, pero somos tan tercos que queremos que suceda a la fuera, forzamos cosas de la peor manera para poder conseguir lo que queremos, ignoramos todo el maltrato o las cosas malas que sucedan, solo queremos que todo siga así porque era lo que queríamos en un inicio. Porque fuerzas tanto algo que cuando por fin lo tienes te das cuenta que no era como tu esperabas.

Forzar el destino no es bueno, el tiene preparado algo para nosotros, y debes luchar por ello y si no funciona es por algo, pero ¿Qué pasa cuando algo que tanto querías no sucede? Todos te dicen que no va funcionar, pero tu quieres que si sea así. Fuerzas al destino, lo obligas a que te de lo que tu quieres y el te lo concede. Pero todo tiene sus consecuencias, el destino te da lo que quieres, aunque no esté bien, y te mostrará que te equivocaste, te mostrará que forzar algo no es bueno. Y te hará sufrir tanto para que te puedas dar cuenta, pero yo nunca quise darme cuenta.

Me dejé llevar porque en ese momento, yo quería conseguir todo lo que quería, sea bueno o no, aunque me advirtieran tantas veces, yo igual insistí y aprendí de la mala forma.

Luego de que alguien me manchara la blusa, Jacob me llevó a su habitación para prestarme una chamarra de el que me quedaba demasiado grande, era su chamarra del equipo de futbol de Taryth por lo que en la parte de atrás estaba el número 10 con su apellido: Blaze. Todo el uniforme del equipo de futbol; la chamarra, la camiseta, los shorts; tenían el número del jugador y tanto la camiseta como la chamarra tenían su apellido. Me lo presto para que me cubriera pues el ponche que me cayó encima estaba haciendo que mi blusa se transparentara y se vea mi sujetador.

Luego de eso no recuerdo que ocurrió, desperté con un gran dolor de cabeza en la habitación de Emily, quien salía del baño con el uniforme de la escuela puesto, se estaba atando su cabello rojizo con una cinta, al verme sonrió yo solo me dispuse a sobarme la cabeza por el increíble dolor que sentía, era la resaca consecuente de haber tomado tanto anoche.

—Hasta que la bella durmiente se despertó— se acercó a mi entre risas —¿Con resaca?

—¿Qué paso ayer?

—¿No recuerdas nada?

—Solo que alguien mojó mi blusa con ponche y Jacob me prestó su chamarra.

—Esta allá— señaló hacia un pequeño mueble que tenía en su habitación, estaba tendida con la parte de la espalda hacia nosotros dejando ver su apellido en ella. —Te besaste con él, en frente de todos— me agarré más fuerte de la cabeza recordando todo lo que hice. —Eso no es todo, el DJ esa noche era de segundo año y fue el que grito al verlos a ambos besarse, lo más probable es que ahora todos crean que son pareja.

—Mierda...

—¿No era lo que buscabas? Dijiste que le probarías a Camila que Jacob no te trataría como a las demás.

—Pero no así, ¿porque pensé en besarlo en frente de todos? soy una idiota.

—Cuando dieron la una fui a buscarte para poder irnos de una vez, estabas en el cuarto de él, con él, los encontré besándose nuevamente— me lancé a la cama de nuevo sin poder creer lo que me decía —Luego con ayuda de el mismo logramos meterte al auto para venir aquí.

—Bueno no puedo cambiar lo que hice.

—¿Qué piensas hacer?

—Tengo un plan, que nos vendrá bien a los dos.

—Bueno, ahora ve a ducharte para que bajes a tomar algo para tu resaca que tenemos escuela— me levanté de mala gana —Por cierto, la señora Beatriz vino hoy más temprano a dejar tu uniforme con el de Luke, el y Daniel ya están abajo esperándonos, apresúrate.

Pintura Amarilla Donde viven las historias. Descúbrelo ahora