Pintura Amarilla

CAPITULO 8

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Nuestra historia ha sido sin duda la que más recordaré por el resto de mi vida, no solo por lo que vivimos el y yo si no por todo lo que ocasionó lo nuestro, todo el revuelo que hubo.

Porque si, esta no fue la primera crisis que tuve.

Y casi siempre que ocurrían estas cosas ambos nos cerrábamos, cada vez que uno la pasaba mal o tenía su choque de realidad se alejaba por completo, era lo que yo estaba decidida a hacer, no quería saber nada de nadie, me sentía una completa mierda por haber sido abusada de esa forma por mi padre. Porque si eran abusos, antes yo los llamaba castigos pero yo jamás le haría eso a mi hija como castigo, solo un enfermo narcisista como mi padre era capaz de abusar de esa manera a sus hijos biológicos.

Siempre que me ocurría al día siguiente me sentía la persona más vulnerable y débil que podía existir, me sentía una mierda por dentro e intentaba disimularlo de la mejor forma posible, de la forma que conocía, tratando mal al resto así ellos no tenían la chance de hacerme sentir mal a mí.

O eres la que lastima o te lastiman.

Era mi lema para todo, lo usaba a mi favor siempre que me ocurría esto, como ahora te contaré, y por eso muchas veces te di la razón cuando me decías que era una mierda que merecía lo malo que me ocurría, en esa parte tenías razón, en verdad era una mala persona y no hay forma de que pueda justificarme. Pero al menos ahora sabes lo que había detrás.

Y como puede existir la posibilidad que un día sea tan malo y tan bueno a la vez, un día lleno de emociones.

El día siguiente del concierto y del mega "castigo" que recibí, desperté temprano pues había escuela, felizmente era viernes solo debía aguantar las clases por unas horas y luego todo estaría mejor.

Al maquillarme lo hacía con delicadeza y a la vez con cierto enojo, debía aplicar toda la base y corrector posible sobre mi mejilla y ojo para ocultar los hematomas, mientras hacía eso oí como tocaron la puerta.

—Largo— pronuncié, pero fue en vano igual la puerta se abrió dejando ver a Luke.

—Como estas— soltó mirándome a través del espejo.

—Bien como siempre— dije completamente seria. —Ahora si me disculpas me estoy arreglando, lárgate.

—Bien me iré, te espero abajo— iba a salir cuando no pude aguantar más y hablé.

—Porque no me dijiste que papá estaba despierto ¿eh? —el detuvo su andar —Un mensaje hubiera bastado para intentar entrar por otro lado o irme a dormir a otro lugar.

—Perdón es que no sabes lo que... —lo interrumpí.

—No Luke, nada lo justifica, pudiste haberme dicho que el estaba ahí, solo tenías una maldita cosa para hacer y no fuiste capaz.

—Kassy tu no...

—Cállate— susurre entre dientes, ya que no podíamos gritar o nos oirían abajo —Que vas a decir "perdón me dormí" vamos di la verdad, dime la verdadera razón ¡Vamos dila! "Me importo una mierda lo que te ocurriera y no te avise" —alzaba un poco la voz, pero no lo suficiente para que se escuche abajo.

—¡Las cosas no fueron así! Déjame hablar, sé que debí avisarte, pero ni yo sabía que papá estaba despierto— se defendió.

—Ósea te dormiste y ya, te valgo una mierda, no te importo— renegué de nuevo. Y era frustrante no poder alzar la voz.

—Claro que me importas joder, más que a nadie. Pero estaba durmiendo ¿Qué querías que hiciera? ¿Qué me quede despierto toda la puta noche esperando por ti?