Muy preocupada por la irregularidad de su ciclo, ella pidió unas horas de permiso en su trabajo para hacer una rápida visita a una doctora amiga suya para que le haga un chequeo y pueda determinar las causas. Por supuesto que un embarazo era la opción más obvia por lo cual, ante su falta de confianza por los test rápidos de las farmacias, prefirió hacerse una revisión completa de paso para determinar si tiene alguna deficiencia y visitar a su amiga de toda la vida.
Era lunes, había una gran conmoción en las calles por ser inicio de semana, pero eso no le impidió salir del trabajo y encontrar un vehículo de transporte público para dirigirse al consultorio, el cual se encontraba a media hora de distancia. Mientras tanto, escuchó música y le hizo ilusión la idea del posible embarazo ya que marcaría un antes y un después en su relación. "Cuando se entere quizás decida dedicarse al trabajo a tiempo completo o a esforzarse en proyectos más serios", pensó.
Llegó entonces al lugar y pudo comprobar cuán excelente profesional se había vuelto su amiga ya que había una larga fila de mujeres jóvenes y sus parejas en algunos casos, esperando ser atendidas. La recibió entonces una recepcionista muy risueña quien le asignó el número 75. Tras consultar con las demás pacientes en la sala de espera, descubrió que apenas iban por el 60. Tomó asiento y se conformó con mirar la novela que habían puesto en un enorme televisor.
Cuando el paciente número 69 ingresó al consultorio, recibió una llamada que le hizo saltar por el sonido estruendoso de su celular. Con algo de pena y tras pedir a un señor que cuide su asiento, se levantó y fue hacia la entrada de un pasillo para contestar.
—Mi amor, ¿se puede saber dónde estás? Llamé al fijo de tu oficina y me dijeron que no estabas. —preguntó él con un ligero enojo.
—Perdón amor, estoy en un consultorio, pedí permiso en mi trabajo para...
—¿Consultorio? ¿Estás bien? ¿Qué te pasó? ¿Cuánto va a costar eso? —preguntó desesperado.
—Tranquilo, tranquilo, estoy bien... bueno, solo que...
—Dime de una vez.
—Solo que... no me ha bajado este mes.
—Oh... —se quedó callado un momento— entonces, ¿crees que...?
—Por eso vine, quiero estar segura, ¿Dónde estás tú? ¿También descansas hoy?
—No, no, estoy en mi trabajo, hoy haré algo de sobre tiempo para compensar mis descansos adelantados así que llegaré tarde.
—Entiendo. Mira, lo que sea que me digan, ¿Estarás conmigo verdad?
—Por supuesto amor, mas bien, ya debo volver, te deseo mucha suerte cielo.
—Igualmente, nos vemos.
Cuando colgó, ella se sintió mucho más aliviada y optimista, por lo que continuó su espera dispuesta a recibir cualquier respuesta a pesar que sabía que los resultados tardarían unos días en confirmarse. Tuvo que pasar una hora más para que su amiga le recibiera, hablaron algunos minutos de cosas triviales antes de ir al tema de fondo. La doctora le autorizó la revisión, le indicó que debía comprar algunos envases y, tras firmar un papel, llamó al laboratorio y pidió que atiendan a su amiga primero. Dicho esto, le deseó buena fortuna y le confirmó que los resultados saldrían unos días después.
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Tal Vez (Libro 1): Esto Nunca Pasó - [COMPLETA]
Romance¿Qué pueden tener en común una historia de desamor y una de amor? ¿Qué misterio los une? Estas son las preguntas a responder con estas dos historias donde lo obvio se deja de lado. Un amor que termina de la peor manera y otro que empieza de la mejor...