Capítulo 20

294 48 57
                                    

R E N D I R S E

1

—Donghae, sé que estás cansado y lo entiendo. Esto debe ser horrible para ti y no me puedo imaginar lo que sientes en este momento, pero necesito que me digas por qué tus huellas estaban en la habitación de Hwasa. De lo contrario tendrás problemas y no podré ayudarte —le dijo Sehun hablando lento y tratando de ser lo más claro posible. Donghae se veía destrozado, con profundas ojeras debajo de sus ojos hinchados por el llanto. Tenía una herida en el dorso de la mano porque se había estado rascando compulsivamente la última media hora.

El detective Jung tensó los labios y le dirigió una mirada al chico. Sehun, momentos atrás, le pidió dejarlo a él dirigirse con Donghae. Al principio estuvo en rotundo desacuerdo, pero no le tomó mucho tiempo darse cuenta que efectivamente el castaño cooperaba más si era Sehun quien hacía las preguntas.

No ayudaba en nada que, tras la primera revisión de la habitación, encontraran huellas recientes de ambos inquilinos. Sin embargo, por muy extraño que pareciera, las de Hyukjae solo estaban en la puerta, y eso era normal. Las de Donghae, por otro lado, se hallaban en varias partes del lugar. Eso a Sehun le sentó muy mal. Si hubiera tenido que culpar a alguien de inmediato se habría decidido por Hyukjae sin dudarlo. Como se trataba de Donghae, sin embargo, creía que todo tenía una explicación lógica.

Jung, al darse cuenta que el castaño parecía asustado de él, dijo que iría por café y los dejó solos en el living principal de la mansión. Hyukjae se hallaba escaleras arriba, cerca de la escena del crimen, relatándole a una oficial los hechos, desde que salió de su departamento hasta que los llamó.

El detective, al ver que su compañero abandonaba la estancia, se deshizo de las formalidades y fue a sentarse junto al castaño. Donghae le echó una mirada y negó con la cabeza, soltando una risilla contra todo pronóstico, misma que, por cierto, a leguas carecía de gracia.

—Es que no vas a creerme una mierda —le dijo por fin.

—Es mi trabajo creerte —lo tranquilizó el mayor.

—¿Podrías contestarme antes una pregunta?

—Mmm, dado que yo soy el detective quizá debas contestarme tú primero, luego yo haré lo mismo por ti.

Donghae asintió, tratando de no ponerse nervioso al pensar cómo contaría la historia sin hablar de demonios y fantasmas. Quería decir toda la verdad. Odiaba mentir, no era bueno en ello y le resultaba una carga insoportable tener que hacerlo. Además, había discutido con Hyukjae cuando éste le confesó que tres días atrás en realidad no bajó a revisar a Hwasa, que ni siquiera la vio, por eso él tampoco sabía lo de Moonbyul. Donghae le preguntó qué carajo estuvo haciendo entonces allá abajo durante media hora. Hyukjae le respondió, de forma inquietante, "creo que estuve viéndome en el espejo", y antes de que Donghae pudiera cuestionar esa respuesta tan jodidamente rara las sirenas de los coches patrulla comenzaron a escucharse arribar a la casa.

—¿Lo juras? —le preguntó Donghae. Sehun le tendió la mano y se dieron un apretón que representaba un trato.

—Tienes mi palabra. 

Y el calor que su palma emanaba le brindó una tranquilidad que hacía mucho no experimentaba, porque Sehun era una persona que le creía cada palabra aunque aún no hubiera dicho nada.

—Entré a la habitación porque el altar que tenía Hwasa en una de las cómodas me llamó la atención… ¿lo viste?

Sehun asintió.

—El del incienso y las velas ¿no? Tiene la foto de una chica.

Donghae no dijo nada del diario de Hwasa porque para cuando ellos arribaron a la casa ya lo había escondido muy bien entre sus cosas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 17, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

W A L L S [Eunhae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora