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- ¡Por fin te encuentro!

La voz de Riven detuvo los pasos de Morgana, que se giró para encontrarse con un despeinado especialista.

- ¿Ocurre algo?

El chico pareció dudar unos segundos antes de hablar.

- Van a trasladar a Silva - soltó de golpe, dejándola momentáneamente desconcertada.

- ¿Trasladar? ¿Com...?

- Exilio - la interrumpió - Lo mandan al exilio.

- ¿Por qué me estás diciendo esto, Riven?

Morgana sabia que en los últimos meses tanto Riven como Dañe, aquel extraño muchacho con el que parecía tener una relación aún más extraña, se habían convertido en la mano derecha de Andreas.

- Silva es importante para ti. Simplemente creí que deberías saberlo.

No tuvo tiempo de decir nada, pues el especialista no tardó en alejarse. Sopesó durante unos segundos aquellas palabras antes de dirigirse hacia la suite de Bloom.

Cuando llegó se encontró a todas las hadas reunidas.

- Imagino que ya sabréis la noticia.

- Imagino que tú también la sabes - Musa, que le había abierto la puerta, se hizo a un lado para dejarla pasar.

- Vamos a interceptar su traslado y liberarle - comentó Bloom nada más Morgana se sentó a su lado.

- No vais a hacer nada de eso - replicó la mayor de ellas.

- ¿Como? - la pelirroja parecía más que sorprendida - Tenemos que hacerlo. No podemos... No puedes dejar que lo manden al exilio. Si se va nunca...

- Sé lo que es el exilio, Bloom. Pero creo que no eres consciente de lo peligroso que puede ser. Con Rosalind como directora... - negó lentamente - No es una buena idea.

- ¿Y que vas a hacer? ¿Dejar que se vaya?

- No he dicho que yo no fuera a hacer nada. He dicho que vosotras - las señaló - No vais a hacer nada.

- No pienso quedarme de brazos cruzados.

- Ese es tu problema, Bloom. Creer que todo lo puedes solucionar.

- Yo no... Sólo creo que en esto si que podemos ayudar.

- Por una vez estoy de acuerdo con Bloom - intervino Aisha - Y tengo un plan. Un buen plan.

La mirada verdosa de Morgana se deslizó por todas las presentes hasta detenerse en Aisha de nuevo.

- Los planes puedes fallar.

- Pero para que fallen hay que intentarlo.

La castaña suspiró. Sabia que no iba a lograr que aquellas adolescentes cambiaran de opinión, por lo que se limitó a asentir.

- Adelante, entonces. Contadme ese maravilloso plan.

Escuchó con atención lo que aquel grupo de hadas había planeado, y no pudo evitar pensar que aquello podía llegar a funcionar.

Por ese mismo motivo, varias horas después se encontraba de brazos cruzados frente a un puente medio destruido.

- ¿Estás segura de que pasarán por aquí?

- Lo estoy - le aseguró Aisha - Todo saldrá bien - añadió.

- Lo creeré cuando lo vea - se limitó a decir antes de que su atención se viera captada por un grito por parte de Bloom.

Morgana [Saul Silva]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora