21.-

1.1K 117 4
                                    

- Por fin te dignas a aparecer.

No había puesto ni el primer pie en Alfea y Rosalind ya se encontraba frente a ella con cara de pocos amigos.

- ¿Dónde estabas?

- Paseando. Necesitaba desconectar.

- ¿Paseando? Ya... - se acercó a ella y, tras apoyar una mano sobre su espalda baja, la obligó a caminar - Qué casualidad que durante tú paseo Silva haya logrado escapar, ¿no crees?

- ¿Silva se ha escapado? - fingió sorpresa de la mejor manera que pudo, y eso pareció funcionar. Rosalind le lanzó una mirada cargada de desconfianza, pero la soltó.

- Alguien, todavía no sabemos quien, interceptó su traslado. Cayó al río. Andreas perdió el rastro por completo.

Los ojos de Morgana no reflejaban ningún tipo de emoción, como si aquello que Rosalind le estaba diciendo no le interesara ni lo más mínimo.

- No pareces muy afectada.

- Perdí a Silva hace tiempo. Aprendí a vivir sin su presencia - mintió - Regresar al pasado o pensar en él no lo traerá de vuelta. Prefiero centrarme en el presente.

- Así me gusta - Rosalind no pudo evitar sonreír ampliamente al escuchar aquellas palabras. Tal vez Morgana si que había cambiado y, por una vez, podría empezar a contar con ella.

Pero no. Morgana no había cambiado en absoluto. Y su lealtad tampoco.

Tenía muy claro a quien proteger y contra quien luchar, pero no podía permitir que Rosalind supiera de sus intenciones.

- Vaya, vaya, mira a quien tenemos por aquí.

La voz de Ares a sus espaldas le provocó un escalofrío. Se giró lentamente para encontrarse con su amplia sonrisa.

- ¿Cómo te encuentras?

Morgana no respondió. Llevaba sin dirigirle la palabra desde el día de la detención de Silva.

Había confiado en él durante muchos, muchísimos años. Y toda esa confianza se había visto destruida en tan solo unos segundos.

- ¿Vas a seguir sin hablarme? Vaya - se situó a su lado sin perder el ánimo - Ya veo que eres una mujer de ideas fijas. No se puede ser tan rencorosa, Morgana. Sólo hice lo que creí correcto.

La castaña cerró los ojos antes de negar. Movió ligeramente su mano derecha y desapareció de la vista del hombre, que se limitó a reír ante el gesto.

- Algún día me volverás a hablar - comentó en voz alta, a sabiendas de que el hada seguía allí escuchándole - Y será para suplicarme que te ayude.

"En tus sueños", pensó para si misma mientras se dirigía hacia el ala donde se encontraban las habitaciones de los especialistas.

Se detuvo frente a la habitación de Sky y dudó unos segundos antes de golpear suavemente la puerta. Cuando escuchó un "adelante" se atrevió a entrar.

Los ojos del especialista se encontraron con los suyos y este supo perfectamente porque Morgana estaba ahí.

- No voy a ir a verle.

- Sky...

- Primero Bloom, y ahora tú. No voy a ir, Morgana. Lo siento.

- Más lo siento yo - se sentó en la silla que estaba frente a la cama del rubio, que se mantuvo a varios metros de distancia - No te voy a obligar a hacerlo, pero Silva quiere verte. Han pasado muchos meses y te echa de...

- No me importa. Han pasado muchos meses, y espero que pasen otros muchos más. No quiero saber nada de él, Morgana.

- No puedes darle la espalda así como así. Ha sido como un padre para ti durante años. Le debes eso, Sky.

Morgana [Saul Silva]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora