Capítulo 14: En aprietos.

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Todo inicia en el centro comercial, nuestro pequeño grupo ya estaba ahí. Pero no dentro, afuera. Habían muchos zombies fuera y dentro e iba ser casi imposible ingresar... ¿no es así?

—Carajo, lo supuse.—dijo Kyoka frustrada.

—Se que podemos entrar, hay algo de posibilidades de ingresar sin ser desmembrados vivos. —Katsuki estaba decidido a entrar al centro comercial, no se iba a rendir así de fácil.

—¿Vamos a entrar? Si. ¿Con vida? No. Vamos a convertirnos en zombies si no abandonamos la misión. Reacciona rápido y vámonos.—Sero sabía que no podrían lograrlo.

—Oigan tengo una idea.

—Habla Kaminari. —todos se le quedaron viendo.

—De poder entrar... Si podemos entrar. Pero tenemos que ser ágiles, silenciosos y sobre todo inteligentes.—el rubio decidió cortar una parte importante de su camisa.

—Creo que ya entendió en que estás pensando...—Jiro le siguió la corriente, cortando su camisa.

—¿De qué trata el plan? Más te vale que funcione. —Bakugou estaba confundido por la jugada que planeaba su amigo eléctrico.

—Tenemos que mojar estás telas con fluidos. ¿Recuerdan las actitudes extrañas de Shoto? Estaba averiguando sobre cómo funcionan los zombies. Él me contó una vez que les atraen los fluidos corporales. No importa que tipo.

—Acaso piensan en... eww.— al rubio ceniza le dio algo de asco.

—La opción menos asquerosa es atraerlos con sangre. Pero si quieren un olor más fuerte pueden mearse en la tela.—agrego Denki.

—Voy a cortarme.

—Denme un segundo, voy por la opción más segura. —Sero se fue con su tela a una esquina.

—Que asco...—a Bakugou le empezó a dar arcadas.

—¿Quieres o no disculparte con Eijirou como tanto quieres? Entonces déjate de tonterías y deja de quejarte. —Jiro no soportaba el comportamiento de Bakugou, por lo cual le dio una leve cachetada.

—Tienes razón.—suspiro y empezó a dar pequeños cortes en su brazo, hasta hacer una mancha no tan grande pero efectiva. Agarró otro pedazo de tela haciendo un torniquete para que dejara de sangrar. —Estoy listo.

—Bien, ahora traten de lanzar lo más lejos posible sus trapos y que vayan directo a por ellos. Recuerden, lejos de donde vamos a entrar.—el rubio se prepara para lanzar, pero es interrumpido por Hanta.

—Y.... ¿por donde vamos a entrar?

—Por el estacionamiento. Confíen en mí.

—¿¡Qué!? ¿¡Se te fue la puta cabeza!?—Jiro y Bakugou se alteraron bastante.

—Es el lugar más seguro por donde ingresar. Si entramos por otro lado sería un suicidio colectivo. Por algo dije lo que dije, ágiles, silenciosos e inteligentes. Pasaremos detrás o abajo de los autos estacionados.

—Huh... okay...—todos siguen las instrucciones de Denki al pie de la letra, arrastrándose, camuflando se y corriendo logran entrar al estacionamiento de abajo.

Apocalipsis [Bakushima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora