Capitulo 7

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- Todavía puedes arrepentirte - dijo Jimin nervioso mientras caminaban hacia el salón principal, seguían con las manos entrelazadas.

- ¿Porque lo haría? - volteó a verlo con esa sonrisa altanera de siempre - Es una buena oportunidad para hacerles frente a esos idiotas, además tú me lo prometiste.

- Es que yo... - "Yo no debería ser el que esté a punto de bailar contigo", pensó.

En su momento le dijo a Jungkook que bailarian juntos, pero realmente planeaba crear una excusa rápida para librarse de su promesa. Dolor de cabeza, fatiga, náuseas...ya las había usado y como era de esperarse, el pelinegro no creyó ninguna de sus disculpas.

- ¿Tan malo es que te vean bailar conmigo? - Jungkook bajó su cabeza con los ojitos brillosos y una expresión triste.

- ¡No es eso! - rápidamente el rubio se negó y tomó su cara para enfrentarlo - es que la verdad, y-yo nunca he bailado...

Y no mentía, la única vez que bailó en su nueva vida terminó por sacarle callos a Yoona que duraron una semana. De solo recordarlo se moría de vergüenza, esperaba que Jungkook dijera algo pero al contrario solo soltó una risita.

- ¿Solo por eso? - se llevó las manos a la cintura y siguió riendose - de verdad me sorprendes cada vez más.

- No sé a qué te refieres y ya, ¡deja de reírte o me enfadare! - Jimin lo golpeó en el pecho con algo de fuerza logrando que el contrario retrocediera.

- Es que me es imposible de creer que el mismo chico que se enfrentó a mí, luchó contra unos asesinos encima de una carroza, dió la solución a la guerra y peleó contra monstruos; sea el mismo que le tenga miedo a un baile - respondió viéndolo con gracia - si es porque tienes miedo de pisarme está bien, lo aceptaré.

- Creeme, no tengo idea de cómo moverme ahí - le dijo nervioso - solo te voy a hacer pasar pena...

- Bueno, si pudiste esquivar mis ataques con tanta destreza como el día en que nos conocimos, esto será pan comido - se acercó al rubio tomando sus dos manos entre las suyas con firmeza - nada de lo que hagas ahí me dará pena, es así como me sentiré si me rechazas... - cerró sus ojos.

- Oh no, no te atrevas a poner ojos de cachorro.

- ¿Porque no? - efectivamente puso ojos de cachorrito - ¿No están dando resultado?

"Hijo de puta, sabes que si...", por más que quiso rehusarse a seguirle el juego termino por caer en esos preciosos ojitos de lucero rojo. Suspiró y finalmente tomó su mano entrelazandola con la suya: - Hagamos esto.

Jungkook sonrió satisfecho y al llegar al salón todas las miradas se desviaron hacia ellos. El contraste de sus trajes hacía tan perfecta armonía que parecían los protagonistas sacados de un cuento de hadas. Jimin sentía muy pesados sus propios pies y con algo de desesperación intentó buscar a su hermana, pero no la encontró en ningún lado. A quién si pudo ver fue al príncipe heredero, junto a sus padres en el palco principal. Los tres los veían extrañados por la repentina aparición sin precedente, Taehyung apretó los labios enfurecido y abandonó el lugar pese a los gritos de la emperatriz. Jungkook los ignoró, solo estaba concentrado en el apuesto chico que sostenía con fuerza de su mano. Se posicionaron en la pista de baile, frente a frente.

- ¿Estás listo? - preguntó Jungkook emocionado.

- Realmente no, solo espero no decepcionarte - sonrió Jimin.

- Jamás - contestó firme.

Cuando la música empezó a sonar, ambos hicieron una reverencia. Seguidamente, una de las manos de Jungkook fue directo a la cintura del contrario y con la otra tomó la pequeña mano de Jimin y la extendió con la suya. El rubio dejó su mano libre en su hombro y empezaron a moverse. Al inicio algo torpes por la obvia falta de experiencia en Jimin, incluso se rieron de si mismos porque creyeron verse como unos tontos.

¡No soy el villano! [kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora