Capitulo 4

152 25 4
                                    

Por fin, el carruaje detuvo su andar. Jimin abrió sus ojos con algo de pereza, no sabía cuántas horas habían pasado, pero se le hacía algo pesado el cuerpo. Y el responsable roncaba tranquilamente en su hombro, totalmente desprevenido.

Volteó con cuidado y se dió cuenta que ambos habían caído literalmente muertos por el cansancio, con Jungkook apoyado sobre su hombro sin importarle nada más.
Quiso reírse, la situación le parecía imposible de creer.

El Jimin original nunca podría hacerse una idea de lo adorable que se veía el príncipe dormido, parecía un bebé.

Al regresar su vista al frente, vio que habían llegado a la barrera de Ilsan, estaban a unos pasos de encontrarse con el ejército imperial.

- Hey, Jungkook... - lo llamó suavemente - despierta, ya estamos aquí.

No recibió respuesta, solamente consiguió que el pelinegro se acomodara a su lado mientras era aprisionado por sus fuertes brazos, sin dejarle escapatoria.

- N-no es gracioso, ya despierta - siguió llamandolo avergonzado, no sabía dónde colocar sus manos así que las agitaba en el aire.

- Dios, solo dame un minuto - murmuró el contrario con la voz ronca, pero sin soltarlo. Al contrario, afianzó su agarre con más fuerza.

"Maldito hombre, tenías que tener una voz increíblemente sexy, te detesto", pensó Jimin mientras se quejaba internamente.

- Oh, ¿que tenemos aquí? - escuchó una voz en la ventana, era Namjoon que parecía divertirse - ¿interrumpo?

- ¡No digas tonterías! - gritó Jimin arrojando el cuerpo de Jungkook hacía el costado, logrando que por fin se despertara por completo.

- ¡Eso dolió, chinchilico! - se quejó el príncipe haciendo pucheros - ¿de dónde sacas tanta fuerza en ese cuerpo de 1.60?

- ¿Disculpa? - Jimin se llevó una mano al pecho indigando - mido 1.65 para tu información, feo.

- Los cinco centímetros seguramente son de tu mal genio - le sacó la lengua riéndose, recibiendo un golpe por parte de Jimin.

- Realmente no quiero ser aguafiestas, pero tenemos que entrar - les dijo Namjoon.

Y solo en ese momento se percataron de la presencia de los dos guardias que custodiaban la entrada al fuerte. Por fin estaban en Ilsan.

- Identifíquese - exigió uno.

- Soy Kim Namjoon, guardia principal del segundo príncipe - explicó el pelirosado mientras bajaban del carruaje que se caía a pedazos - venimos con gente del ducado Park desde la base militar en Busan, ha sido destruida. No hubo ningún sobreviviente.

Ambos hombres se miraron entre sí y uno de ellos asintió corriendo dentro del fuerte para darle la mala noticia a sus superiores, el otro volvió hacia ellos - Necesito ver sus emblemas para dejarlos pasar.

- Antes de eso - Jimin lo interrumpió para dirigirse al pelinegro - préstame uno de tus caballos, por favor.

- ¿Piensas irte? - preguntó Jungkook con algo de desesperación en su rostro.

- No es para mí - volteó a ver a Chanyeol quien tenía la mirada confundida - necesito que regreses a la capital y le informes a mi familia que estoy bien, ¿podrás hacerlo?

- ¡Imposible! -Chanyeol se negó de inmediato - ¿Cómo podría dejarlo solo en medio de una guerra? Sus padres me matarían. Si quiere hacerles saber que está salvo, enviemos una carta.

- Tu lo has dicho, estamos en medio de una guerra. La correspondencia tiene que estar libre para el ejército, tardaría semanas en comunicarme con mi familia - dijo triste mientras sujetaba sus manos - además, quiero que le digas esto a mi padre. La base de Busan cayó y si no regreso en cinco días, evacúen al campo.

¡No soy el villano! [kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora