𝐋𝐚𝐬𝐭 𝐃𝐢𝐧𝐧𝐞𝐫||𝐓𝐡𝐞𝟖 𝐒𝐕𝐓

Cap 1||Alone

El "tik tak" del reloj penetraba fuertemente los oídos del chico, era tan insoportable ¿Podría en algún momento detenerse? Por más que intentaba dejar de prestarle atención y concentrarse en su computador, no lo conseguía.

Tik tak, tik tak, tik tak...

- ¡CÁLLATE YA!- Golpeó la mesa fuertemente.

- ¡Minghao!- Le llamó la atención su madre- ¿Qué diablos haces?- Abrió la puerta de golpe y lo observó enfadada.

- Nada...- Miró de reojo a su madre y volvió a posar su mirada en el computador.

Nada.

- "Nada" Ahora resulta que porque estoy aburrida ¿Voy a golpear a tus hermanos y a ti?- Preguntó cruzándose de brazos.

- ¿Sería algo nuevo?- Dijo y río irónicamente.

- ¡Minghao! Repita lo que dijo- En su tono de voz era notable que en el momento en el que Minghao pronunciara alguna palabra, le daría una "lección" para que dejara de ser un maleducado. Que ironía, ¿"maleducado"? Ella misma se contradecía.- Así me gusta. Yo les pego para que aprendan. Entonces si no le gusta que le esté pegando, deje de comportarse así- Dijo después de solo recibir silencio departe de Minghao- Yo los quiero mucho- Se acercó a Minghao y dejó un beso en su frente para luego retirarse.

Que asco.

Fue a su baño y se lavó la frente muchas veces con abundante jabón, incluso después de que todo rastro del beso de su madre hubiera desaparecido. Siguió y siguió limpiando su frente bruscamente con asco y repugnancia.

- ¿Me quiere? Ja, ¿Cuándo va a dejar de mentir? Ojalá se muera pronto- No había rastro de piedad en sus palabras, abrió la puerta y volvió a su escritorio.

Hizo su tarea hasta la noche, estaba demasiado cansado como para hacer algo más que quedarse tumbado en su cama. Que cómoda se volvía su cama en ese tipo de situaciones, como para nunca levantarse más, y yacer por la eternidad entre esas sabanas suaves y reconfortantes. ¿Por qué la vida era tan complicada? Estaba cansado de eso, de vivir.

"Cansado de vivir" era un bucle en su cabeza. Tenía pocos amigos, desde que tiene conciencia estaba solo, sin apoyo, sin nadie que lo entendiera, sin nadie con quien compartir sus tristezas, problemas, alegrías, a excepción de sus cuatro amigos, sinceramente estaba celoso de los demás. Todos tenían su grupo de amigos con los que salían a divertirse los fines de semana, sus padres los apoyaban, nunca estaban solos, tenían dinero ¿Por qué solo él estaba solo? No era justo.

[...]

Llegó al colegio, era otro momento que odiaba, la llegada al colegio, ¿Por qué? Siempre había pequeños grupos de chicos o chicas esperando ansiosos a sus amigos para abrazarlos, recibirlos con una sonrisa e irse juntos a sus respectivas aulas. Nadie lo esperaba, bruhh que más da, era algo que solo demostraba lo sólo que estaba, después de todo, es un sentimiento que lo acompaña desde que nació, como una sombra. Ya era hora de que se acostumbrara a este.

- Minghao, ¿Irás al convivio? Dicen que irán otros colegios, podríamos preguntarle a la guía- Sonrió Seulgi apoyándose al escritorio del chico.

- No- Dijo aún con la mirada en su celular.

- ¿Por qué? ¿No tienes el dinero? Yo lo pago, no es problema- Volvió a sonreír.

- Gracias, pero no es eso.

- ¿Ah? ¿Entonces?

- No quiero ir.

- ¿Por qué? Habrán muchos juegos para divertirse con amigos y darán comida, ¡también habrá música! A ti te gusta la música ¿no?

- Solo daré lastima si juego sólo.

- ¿Cómo?- No entendió.

- Olvídalo- Volvió a colocarse sus audífonos obligando a la chica a volver a su lugar.

[...]

- ¡Kai irá al convivio!- Dijo coqueta para sus amigas.

- Nayeon cállate- Dijo Jungwon del otro lado del aula.

- Vos que te metes, ¿Acaso te estoy hablando a vos?

- Ridícula- Pronunció el contrario en voz baja.

- Jeongyeon ¿Tu mamá te dejó ir?

- Obvio

- ¿Todos van a ir?- Preguntó Nayeon en voz alta. Era la presidente de la clase entonces necesitaba ese tipo de información.

Todos dijeron un "sí" en unísono.

- Oh, no, Minghao no irá- Dijo Seulgi.

- Minghao deja de ser aburrido, ya todos sabemos que no tienes amigos, deja de intentar dar lastima, puedes venir con nosotras- Habló Nayeon.

¿Qué? ¿Acaba de escuchar bien? Otra vez esa idiota. ¿No se podía callar? Ya estaban por terminar las clases y aún siguen hablando del dichoso convivio. ¿Queriendo dar lastima? De hecho es lo menos que quiere. ¿Estar con Nayeon, Jeongyeon, Sana y Mina? Por dios, el infierno encarnado, que mala suerte han de tener los padres de esas chicas.

- No gracias.

- Deja de ser ridículo, vas a ir con nosotras- Dijo Mina.

Por dios, cayense.

- Dije que no- Pronunció con disgusto.

- ¿Crees que nos importa?- Habló Sana.

Suspiro enojado al preferir no responder, no le gustaba meterse en problemas, y menos con ellas, todo el colegio estaría en su contra y era lo menos que necesitaba en su vida. Esa insistencia no le daba buena espina.

[...]

Se sentó en el patio del colegio a comer su almuerzo, siempre se sentaba en una esquina bajo un árbol que estaba entre dos aulas viejas, ya que ahí podía estar solo y sentirse cómodo, nadie lo observaba, le hablaba o lo juzgaba, era su lugar favorito del colegio.

- ¡MIERDA!- Pronunció en voz alta al ver su almuerzo en el suelo. Había sido derribado por una pelota de fútbol.

- ¡Oye ¿Podrías pasármela?!- Un chico de ojos muy pequeños dijo desde otro lado del patio.

- ¿Pasártela? ¿No quieres mis huevos mejor?- Había furia en sus ojos.

- ¿Qué?- Se encaminó hacía el chico de manera amenazante.

- ¿No quieres mis huevos MEJOR?- Quedó cara a cara con el chico.

El chico lo observó de pies a cabeza y relamio sus labios- No me incomodaria- Dijo coqueto.

- ¿Qué mierda?

Rio- Lo siento, era broma, bueno, tal vez no. No hace falta que te enojes, solo te pedí que me pasaras la pelota, no es para tanto.

- Me quedé sin almuerzo.

- ¿Ah?- Miró al suelo, efectivamente el almuerzo ya no se podía comer- ¡Lo siento! Ten, comprate algo- Sacó unos billetes de su bolsillo y se los dio a Minghao, ni siquiera contó la cantidad que le estaba dando. Tomó la pelota y se fue.

Que chico tan... extraño.