La música había cesado, al igual que la emoción de la mañana, los aperitivos se habían acabado, todos se dirigían a la salida del lugar en busca de sus respectivos autobuses que los llevarían de regreso, mientras charlaban sobre su día. Los escasos rayos de sol que luchaban por continuar iluminando el día estaban desapareciendo, al igual que el calor del día, una pequeña brisa hacía que sus cabellos bailaran delicadamente, interrumpiendo la vista de quienes tenían cabello largo.
- Fue un gran día ¿no crees?- Le dedicó una sonrisa mientras acomodaba alguno de sus cabellos detrás de su oreja.
- ¡Sí! Creo que ha sido de los mejores días que he tenido en toda mi vida- Claro, era muy notorio, la sonrisa que adornaba el rostro del chino no se desaparecía desde que tiene a Jeonghan al lado.
- Me alegra escuchar eso- Despeino el cabello del castaño de manera delicada.
- Entonces, Yoon Jeonghan está soltero porque no encuentra a alguien que vea verdaderamente la belleza de la vida, que él ve ¿Correcto?- Jeonghan le había dicho eso horas atrás. Sin embargo no entendía a qué se refería.
- ¡Correcto!- Rio suavemente- Oh, ya me tengo que ir, fue un gusto conocerte y pasar tiempo contigo Min, espero me escribas pronto- Le dio unas palmadas en el hombro en señal de despedida y rápidamente se subió a su autobús.
- Adiós- Dijo Minghao viendo como el rubio se alejaba.
Sin duda hoy había sido de los mejores días de Minghao, bendita la hora en la que la estúpida de Nayeon lo invitó, apesar de odiar a la mencionada estaba agradecido de que lo hubiera invitado, probablemente no habría tenido un dichoso día como ese en mucho más tiempo, que claro sería una eternidad para este y sus días seguirían siendo grises y aburridos. Al menos pudo olvidar su soledad por unas horas, se sintió feliz, vivo, acompañado, gracias al rubio de hermosos cabellos y dulce voz. Benditos los padres de este, su hijo era el ángel más hermoso que podía haber existido.
No sabía porqué la presencia del chico lo había hecho tan feliz, ni siquiera sus cuatro amigos lo habían hecho sentir así, por más que los quisiera, sentía que a quien más quería era a Jeonghan, apesar de conocerlos durante 3 años y al rubio solo un día. Pero, seguro era un sentimiento pasajero, que se aseguró de disfrutar mientras pudo.- ¡Adiós Min!- Le dijo Jeonghan por la ventana del vehículo mientras este entraba en movimiento y sus cabellos se desordenaban.
Minghao se limitó a solo dedicarle una sonrisa mientras sacudía su mano de un lado a otro en señal de despedida. No se movió del lugar hasta que el autobus desapareciera de su vista.
- Vamos Min, no encontraremos asientos para estar juntos si no entramos ya- Lo sacó de sus pensamientos el pelirojo.
Minghao siguió a Taehyun hasta adentro del vehículo mientras intentaba ocultar su sonrisa, la cual era producida por los recuerdos en los que aparecía el rubio, el ángel que había llegado a iluminar su día, el ángel que tuvo piedad de alguien como él.
Finalmente encontraron donde sentarse, esta vez Minghao iba al lado de la ventana, apesar de que estaba haciéndose de noche y pronto empezaría a hacer frío, abrió un poco la ventana, mirar por la ventana mientras sentía la brisa chocar en su rostro era una de sus cosas favoritas, de algún modo lo hacía sentir en paz.
Taehyun se acurrucó en el hombro de Minghao buscando calor para luego cerrar sus ojos lentamente.
Se veía cansado, pero apesar de eso, el pelirojo también había tenido un gran día, del cual consiguió buenos recuerdos, y esperaba que su amigo también, lo había visto acompañado de un rubio, sonreía mucho estando a su lado que el mismo pelirojo se alegraba por su amigo, aunque, a veces Minghao sonreía mucho aunque no estuviera feliz, solo fingía para no ser protagonista de historias donde lo pintan como un maleducado, desgraciado, malagradecido, grosero, etcétera. Era muy bueno ocultando ese tipo de sentimientos, que la única forma de saber si realmente no estaba fingiendo era preguntarle, claro, si alguno de sus amigos le preguntaba, no cualquier persona porque solo recibiría mentiras de su parte.Pronto Taehyun dejó caer parte de su cuerpo sobre las piernas del castaño, Minghao empezó a acariciar el cabello del pelirojo esperando que este tuviera una tranquila siesta. La vida de Taehyun no iba tan mal como la de Minghao, pero eso no quería decir que el pelirojo fuera feliz y se sintiera bien a cada momento. Él tenía sus problemas y llegaba a pasarla mal no tan frecuentemente como Minghao, pero el castaño lo entendía e intentaba hacerlo sentir mejor, entendido y validado siempre que tenía malos momentos en los que decidía abrirse a Minghao como último recurso. El castaño atesoraba cada momento en el que Taehyun era feliz, realmente de algún modo también lo hacía feliz a él, siempre intentaba hacerlo sentir seguro y cómodo, el que Taehyun estuviera durmiendo en sus piernas solo demostraba lo cómodo y seguro que se sentía al lado del chino, Taehyun tomaba siestas normalmente, pero nunca cerca de los demás, era alguien difícil, difícil de conseguir su lado vulnerable e indefenso.
Los párpados del castaño comenzaron a pesar hasta que por fin el chico cerró sus ojos posando parte de su cuerpo sobre el pelirojo para poder dormir a gusto.
Un calor empezó a tocar su cuerpo, el cual tenía algo de frío por la brisa de la ventana la cual se negaba a cerrar. Entreabrio sus ojos solo para ver a Wonjin acomodando cuidadosamente una manta sobre él y su amigo. Wonjin era uno de sus amigos, Taehyun, Seungkwan y Mingyu eran sus otros amigos, cuatro, solo cuatro amigos.
- Descansa Min- Le susurró Wonjin para luego acariciar suavemente su cabeza.
[...]
- ¿Tienes hambre? Si quieres te caliento algo de comida que quedó de la cena- Le dijo Lucas (su hermano mayor) desde el sofá al verlo llegar.
- Sí, por favor- Subió a su habitación para tomar una ducha.
Dejó su mochila donde acostumbraba dejarla, se quitó la camisa y se dejó caer en su cama para luego dar un suspiro exhausto. Sacó su celular y buscó el número de Jeonghan.
Jeonghan
Hola, soy Minghao :D
Dejó su celular en la cama y fue al baño a darse una ducha para luego ponerse su pijama. Despues de unos minutos salió y se dirigió a abajo en busca de su cena. Se sentó sólo en la mesa y empezó a comer mientras recordaba su día. Jeonghan no salía de su cabeza.
Jeonghan, Jeonghan, Jeonghan...
Con solo imaginar que podría estar haciendo el rubio en ese momento, lograba sonreír.
El sonido de una notificación rompió el silencio del comedor.
Jeonghan
¡Hola! ¿Ya has llegado a casa?^^
Sí, hace menos de una hora ¿Y tú?
También, estoy muy cansado, creo que caeré dormido en unos minutos jsjsjsjs
Mañana iré al parque por la tarde, planeaba ir sólo a leer unos libros, pero creo que me gustaría que vinieras, ¿Estás libre?¡Claro! Iré, a las 3 ¿no?
Sip :)
Bueno, entonces nos vemos mañana
Ya estoy ansioso ><Yo igual :D
Ya no hubo respuesta, Jeonghan no se había desconectado, pero no respondió, ni siquiera abrió el mensaje. ¿Acaso habían mensajes más importantes que responder que ni siquiera se despidió? No, tal vez eran mensajes del colegio, algo importante. Su miedo al rechazo o al reemplazo debería dejarlo de lado, Jeonghan le había dejado en claro con sus acciones que era importante, ¿O no?
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𝐋𝐚𝐬𝐭 𝐃𝐢𝐧𝐧𝐞𝐫||𝐓𝐡𝐞𝟖 𝐒𝐕𝐓
Fanfiction𝐄𝐥 𝐦𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨 𝐚𝐦𝐚 𝐣𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐭𝐢́𝐭𝐞𝐫𝐞𝐬 ¿𝐏𝐮𝐞𝐝𝐞𝐬 𝐞𝐬𝐜𝐮𝐜𝐡𝐚𝐫 𝐬𝐮𝐬 𝐩𝐢𝐬𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐚𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚𝐧𝐝𝐨𝐬𝐞? Portada hecha por @-binnielly