Hoshi observaba detenidamente cada facción del chino, era tan perfecto ante sus ojos, sentía mariposas en su estómago con tan solo verlo, no podía evitar sonreír felizmente cuando estaba al lado de su novio.
El taxi se estacionó, los ojos del chino se abrieron gracias al césar del movimiento. Bajó del vehículo siguiendo a Hoshi, iban tomados de las manos.
Su cita sería en la playa, luego de dar un paseo irían a cenar a un restaurante que se encontraba cerca con vista al mar.Caminaron de la mano hasta la orilla del mar donde se sentaron un rato a charlar sobre música, arte, lugares que les gustaría visitar, comida y a debatir sobre temas triviales.
De algún modo parecía que Minghao había logrado olvidar todos sus problemas porque hablaba entusiasmado sobre animales exóticos, incluso sonreía y reía con algunos chistes que él mismo inventaba. Hoshi solo se limitaba a escuchar al hermoso castaño, y sobretodo, a observarlo. Era magnífico ver sus ojitos brillar, ver el reflejo de la luna en ellos, ver como se achinaban cada que reía y su cabello bailar con la brisa, además el sonido de las olas acompañado de la bonita voz del castaño era toda una melodía que te podía enloquecer, más que a Hoshi imposible, pero quedarías totalmente encantado como si del canto de una sirena se tratase, ese que te cautiva el alma y no querrás dejar de escuchar, que sin importar en donde esté, lo vas a seguir cueste lo que cueste, harías hasta lo imposible para llegar hasta él. Era como estar bajo el hechizo de su belleza.
- ¡Hoshi!- Habló Minghao sacando al mencionado de sus pensamientos.
- ¿Ah?
- ¿Qué diablos haces? ¿Por qué me mirabas así?- Sonrió sonrojado.
- ¿Qué crees?- Dijo juguetón.
- No sé, tal vez estás drogado- Se encogió de hombros.
- La droga te hace dependiente a ella y quererla a cada momento ¿no?
- Sí, supongo.
- Entonces estoy drogado de ti.
- Eso sonó patético- Se rio.
- Lo sé.
Se puso de pie, se quitó los zapatos y la vestimenta quedando en ropa interior- Tal vez el agua te ayude a pensar en mejores formas de decir que te gusta alguien- Le echó un vistazo burlón dirigiéndose al agua.
- No entres, te vas a enfermar- Dijo siguiéndolo.
- Que importa- Se encogió de hombros.
- No besaré a alguien enfermo, me terminaré enfermando- Patió un poco el agua salpicando a Minghao.
- ¿Ah sí? Pues yo tampoco- Le tiró agua.
- Ja, con eso no conseguirás enfermarme.
- Ven, dame un abrazo- Extendió sus brazos. Hoshi obedeció, cuando lo abrazó, Minghao lo sumergió en el agua- ¿Y con esto sí?- Alzó una ceja.
- ¡Malnacido!- Se rio y luego intentó sumergir a Minghao pero era casi imposible.
- ¡Ups! Como que te hundiste un poco- Decía el chino sumergiendo al contrario.
- ¡Maldito niño!- Fingía enojarse- no sabes respetar a tus mayores- se cruzó de brazos.
- Tenemos la misma edad, idiota- Le lanzó agua.
Luego de muchos minutos divirtiéndose en el agua, finalmente salieron, se pusieron sus vestimentas y se dirigieron al restaurante caminando con algo de frío.
Al llegar se sentaron en una mesa que especialmente tenía una buena vista al mar, ordenaron su cena y mientras esperaban que llegara, el chino miraba tranquilamente el mar, sin despegar la mirada de este. Y el peliblanco solamente observaba el lugar y la gente.
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𝐋𝐚𝐬𝐭 𝐃𝐢𝐧𝐧𝐞𝐫||𝐓𝐡𝐞𝟖 𝐒𝐕𝐓
Fanfic𝐄𝐥 𝐦𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨 𝐚𝐦𝐚 𝐣𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐭𝐢́𝐭𝐞𝐫𝐞𝐬 ¿𝐏𝐮𝐞𝐝𝐞𝐬 𝐞𝐬𝐜𝐮𝐜𝐡𝐚𝐫 𝐬𝐮𝐬 𝐩𝐢𝐬𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐚𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚𝐧𝐝𝐨𝐬𝐞? Portada hecha por @-binnielly