Cap 14||I Win

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Las sábanas cubiertas de sangre contaban el secreto que guardaban aquellos dos jóvenes en medio de la oscura y silenciosa noche, donde un denso manto de niebla cubría el vecindario y el viento golpeaba las ventanas.

Pronto se creó un charco de sangre que brotaba desde arriba de la cama como si de una cascada se tratase.

- ¡¿Estás consciente de lo que ese demonio te hizo?!- No dejaba de hablar sobre la señora Xú- ¿Dónde estaba cuando te ibas a suicidar? ¿Dónde estaba cuando necesitabas todo el apoyo del mundo? ¿Dónde estaba cuando de niño te golpeaban en la escuela? ¿Dónde estaba cuando regresaste a casa con una herida en la palma de tu mano? ¿Dónde estaba cuando estabas enfermo? ¡No estaba! ¡HAZLA PAGAR! ¡VENGATE DE ELLA!

Minghao sintió como la ira se apoderó de él, pronto le fue impedido pensar con claridad, ya nada le importaba más que vengarse de esa horrible y asquerosa persona que decía ser su madre. Olvidó que era el bien y el mal, a la mierda todo eso. Tenía la oportunidad que tanto había deseado frente a sus narices, los antiguos deseos en los que pedía que su madre muriera de una vez por todas, dejarían de ser deseos para ahora evolucionar a ser hechos reales, por fin ese día había llegado.

Tomó el cuchillo decidido y se acercó furioso hasta donde se encontraba su madre durmiendo tranquilamente sin imaginar que esa sería su última noche, su último día con vida, su última cena.

Levantó el mentón de su madre y al mismo tiempo cubrió su boca, acercó el cuchillo a la garganta de la femenina y lentamente pasó el filo del objeto a lo ancho del cuello. La sangre brotó al instante, cuando la mayor empezó a forcejear, con un movimiento rápido cortó parte de su rostro, dejando una herida que se extendía desde un costado arriba de la ceja hasta el hueso de la mandíbula. La mujer se estremecía en el suave colchón que contenía mucha sangre. Se estremecía tanto que lograba estrezar al castaño, quien cortó algunos músculos importantes para el movimiento de los brazos y piernas, dejándola inmóvil.

Los ojos de su madre expresaban confusión, miedo y dolor, también un deseo de piedad. Estaba bañada en lágrimas.

Minghao quitó su mano de sobre la boca de la mayor- ¡¿Qué haces?! ¡Perdóname!- Gritaba la mayor desgarradoramente.

- ¿Perdón..? Que idiotez, ¿Acaso crees que me convencerás? Ahora seré yo quien haga oídos sordos ante la piedad. Vivo en un infierno desde que tengo conciencia, todo por ti, todo por papá, todo por Lia a quien siempre prefirieron, ¿Nunca pudiste darme un abrazo? ¿Un beso? ¿Arroparme? ¿Si quiera amarme..?- Su mirada no era común, su madre no lo podía reconocer, podía jurar que lo que veía era un demonio, no su hijo quien normalmente era muy tranquilo y pasaba desapercibido.- Dime ¿Por qué? ¡¿POR QUÉ?! ¡¿POR QUÉ SIEMPRE ME HAS ODIADO?! ¡¿POR QUÉ NUNCA ME AMASTE?! ¡¿POR QUÉ NUNCA PUDISTE SER MI MADRE?! ¡TE ODIO COMO NO TIENES IDEA!- Apuñalaba una y otra vez a su madre pero asegurándose de no apuntar al corazón, quería que ella sufriera.

Cortó un dedo, dos dedos, tres dedos... y así hasta haber cortado veinte dedos en total. Luego abrió el torso y continuó cortando algunos órganos para después  arrancar el rostro de la mayor y por último cortar su garganta profundamente.

Seguía apuñalando el cuerpo sin vida, apesar de que este ya no sentia dolor y obviamente no quedaba ni un rastro de vida. Sacó el hígado, los pulmones, el corazón... y los hacía pedazos.

Estaba loco, fuera de sí. Lágrimas de ira y resentimiento bañaban su rostro acompañadas de la sangre que salpicaba en su cabello y rostro. Estaba despeinado y su mirada parecía la de un psicopata.

De algún modo el ver a ese cadáver lo hizo sentir feliz, vivo. Empezó a reír a carcajadas como si recién le hayan contado el chiste más gracioso. La piel de Jeonghan se erizó ante tal acto, al igual que la de Wonjin y Taehyun.

Los últimos estaban atados de manos y pies en la habitación de visitas igual que Mingyu y Seungkwan, Lia y Lucas también solo que en sus respectivas habitaciones, todo gracias a Jeonghan.

[...]

- Vamos cariño, Lia está ahí, ella es la culpable de todo esto, recuerdalo- Se retiró dejando a Minghao frente a la habitación de la mencionada.

- ¿Je-Jeonghan? Creo que no puedo- Estaba asustado y empezando a sentir culpa.

Jeonghan regresó a la vista del castaño- ¿No me lo juraste..? Seré la persona más feliz si ella muere- Sonrió- si sigue con vida todos te dejaran por ella...- Dio media vuelta y se retiró.

Jeonghan tenía razón, todos lo dejarían por ella, siempre ha sido así, a excepción de sus cuatro amigos y Jeonghan.
Finalmente giró el pomo de la puerta encontrándose con Lia atada, llorando a una esquina de la habitación.

Ella reconoció la silueta que se veía frente a la luz que entraba, era Minghao, empezó a retorcerse y hacer ruido esperando que este la notara y la ayudara.

- Oh, Lia- Dijo juguetón para después cerrar la puerta tras él- Cuanto he esperado este momento- Encendió la luz de la habitación, una expresión aterradora adornaba su rostro. Se agachó a la altura de Lia y la observó intentando safarce de las cuerdas- Aún no te soltaré- Dio unas palmadas en el hombro de la mayor.

Lia se tranquilizó al saber que Minghao sí la soltaría, pero ahora no entendía el porqué de que Minghao actuara así ¿Qué mierda estaba pasando?

Minghao recorrió con la mirada lentamente el cuerpo de la castaña.

Se acercó a la oreja de la chica- ¿Tienes idea de cuánto te odio? ¿De cuánto asco me produces? ¿De cuánto desearía que jamás hubieras nacido? No, no la tienes, porque nunca te pones a pensar en los demás, solo piensas en ti. Me das asco, me avergüenzo de compartir apellido y sangre contigo. Oh, y otra cosa... Junseo solo es tu novio por un reto que le pusieron sus amigos...- Cortó la oreja de la chica, la tomó desprevenida. Pronto los cabellos de Lia se empaparon de sangre, hilos de sangre corrían por su rostro.- Solías decir que yo apestaba, en frente de mi sección y tus amigos, por eso te ayudaré- Acercó el filo del cuchillo a la nariz de Lia, de un momento a otro ya no había nariz. Lia se retorcía demasiado, había un pequeño charco de sangre bajo su nuca. El dolor era insoportable, quería pedir a gritos que se detuviera, pero lo único que podía hacer era llorar- me humillabas constantemente, siempre te creíste mejor que yo. Incluso me golpeaste junto a tus amigas solo para verte genial, durante un mes ¡UN MES!- La patió fuertemente, durante varios segundos.

Volvió al rostro de la chica e hizo una cortada en forma de cruz en medio de la frente. Lia moriría en cualquier momento por el dolor ¿eso se puede?
Cortó desde la ojera hasta la mandíbula, formando una herida que parecería lágrimas rojas saliendo de sus ojos (hizo lo mismo bajo el otro ojo).
Jugó en el rostro de la chica haciendo varias cortadas para después arrancar los ojos cafés de la china y tirarlos a algún lado de la habitación. Empezó a hacer cortadas por las piernas y brazos de Lia. Sus gritos ahogados por la cinta que cubría su boca, eran como música para Minghao, era espectacular, ver al ser que todos preferían antes que a él, ser torturado, y lo mejor que era torturada por él mismo. Estaba tan feliz y contento, sentía como si sus problemas se estuvieran acabando. Una sonrisa de alegría se formaba en su rostro, sus ojos tenían un brillo, se le escapaban algunas lágrimas de conmoción. Era su momento de felicidad.

Sus zapatos estaban pisando el ahora gran charco de sangre que rodeaba a la castaña, levantó un poco su pie y vió como caían gotas de sangre del zapato, ¡genial! Que asco.

¿Lia ya estaba muerta? Sí, perdió mucha sangre ya que el castaño había cortado varias venas de la china.

- Pero que mirada tan fea tienes- Dijo burlándose del cadáver, tomó un frasco de escarcha que solía utilizar Lia, y lo vertió en las cuencas de esta- Ahora pudo jurar que tu mirada brilla, que linda- Sonrió y patió el rostro del cadáver.

Se percató de la presencia de una cámara fotográfica que Lia estaba utilizando para un proyecto de su club, la tomó entre sus delgadas manos, movió el cadáver dejándolo sentado apoyado a la blanca pared que luego se tiñó de rojo. Un destello se hizo presente, Minghao fotografió el cadáver.

Este era el mejor día de su vida, y claro que debía recordarlo.

𝐋𝐚𝐬𝐭 𝐃𝐢𝐧𝐧𝐞𝐫||𝐓𝐡𝐞𝟖 𝐒𝐕𝐓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora