-¡Helga! ¡Hola! - El chico con cabeza de balón corrió hacia ella.
- ¡Hola Arnoldo! ¿Qué pasa?
- Me preguntaba... si quieres ver una película conmigo... esta noche. ¿Quieres?- El chico estaba muy nervioso.
- ¿Solo nosotros? - Abrió los ojos con sorpresa.
- Sí... ya sabes... como una cita...
- ¿En verdad? ¿En serio?
- ¡Sí!. - El chico rubio vio como su amiga se echaba a reír a carcajadas.
- Oh estúpido cabeza de balón, ¿estás enfermo? Nunca tendré una cita contigo.
- ¿Qué? Pero pensé que nosotros...
- Ok... te lo explico, tal vez nos besamos en la selva... pero eso no significó nada.
- Pero tú dijiste...
- Sé lo que dije... y era una broma, una broma que solo un cabeza de balón puede creer.
-¡Helga! Sé honesta... Ambos sabemos lo que sentimos... Helga... vuelve... Sé lo que siento ahora...
¡Oye Arnold!, ¡Oye Arnold!,¡Oye Arnold!,
El preadolescente rubio abrió los ojos y respiró hondo.
- ¡Cielos! ¿Cuándo será el día en que me despierte sin una pesadilla?
El chico de ojos verdes se levantó de su cama y se fue a vestir, momento antes de que sus padres llamaran a la puerta, listos para disfrutar otra mañana con él.
- ¡Hola campeón! ¿Estás listo?- dijo Miles.
- Sí papá. ¡Buenos días!
- ¿Dormiste bien?
- ¡Sí mamá, todo está bien!
- No sé hijo, tu voz suena como algo que está mal.
- Sabes que puedes contarnos cualquier cosa, ¿verdad?
- No se preocupen... solo tengo hambre.
- Si ese es el problema... Tenemos la solución, cociné panqueques con la harina de avena de tu papá.
- Con unas chispas de chocolate sin azúcar y fresas.- Sonrió a su hijo y él también sonrió en respuesta.
- ¡Gracias! ¡Justo lo que necesitaba! ¡Vamos y desayunamos! - Cruzó la puerta y corrió a la cocina.
- ¿Le creíste?
- Claro que no Miles, pero si no quiere decírnoslo tendremos que... esperar.
- ¡Esto apesta! Quiero decir, pensé que después del campamento confiaría en nosotros.
- Cariño, lo acabamos de conocer, tienes que tener paciencia. A mí también me duele, pero es el precio de nuestra desaparición.
- Una desaparición que no buscábamos.
- Pero, aún así desaparecimos.
.
.
.
— Sunset Arms- Comedor–
Arnold había entrado al comedor, los huéspedes acababan de terminar su desayuno y todos se despidieron de su chico favorito.
- ¡Que tengas un buen día en la escuela, Arnold!
- Gracias señor Hyunh, pero todavía estoy de vacaciones. Quedan 3 días.
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Hillwood Tales- Latino
AdventureLa banda de Hillwood está de regreso, lista para contarte qué pasó después de la película de la jungla... quieres saber?