— Hillwood Medical Center- consultorio de la Dra. Bliss –
Los pies de la rubia se movían de izquierda a derecha, bailando sin música. Su médico los seguía con la mirada, si Helga pedía una cita extra, debía ser por alguna situación importante.
- ¿Quieres un café? - Le preguntó la psicóloga.
- ¿Es sin cafeína, verdad?
- Solo tienes casi 12 años, es el café que puedes tomar.
- Sí, tal vez tengas razón, pero... He tenido muchas cosas en la cabeza para tomar un colorante.
- Bueno, tenemos una hora extra para hablar de eso, solo dime. Estoy aquí para ti, no necesitas una bebida de adultos para sentirte mejor, ¿Lo sabes? - Puso su mano en su hombro y la niña le sonrió como respuesta.
- Sí, lo sé... ¡Ahora no se trata de Phoebe, ahora es el estúpido cabeza de balón que me está rompiendo los nervios!
- ¿Qué hizo? ¿Sigue preguntando por tu asunto con Jackson?
- No, pues sí, pero ahora no es el problema. Perdió la casa de su familia.
- ¿Perdieron Sunset Arms?
- Sí. Siempre pasan muchas cosas cuando te vas de Hillwood.
- Ya veo... - La mujer sintió algo de ternura, Helga siempre sentía algo de miedo cuando estaba ausente por poco que fuera, el vínculo entre ellas era algo fuerte, aunque tenía que trabajar para que no fuera así. - Bueno, ¿cómo perdieron la casa los Shortman?
- Porque un estafador bastardo los engañó. - Helga apretó los puños con tanta fuerza que el vaso de café, por suerte vacío, se rompió en su mano. La doctora la miró detenidamente y anotó en su libreta. - Fue tan difícil escuchar la historia de su voz triste.
...
– Estanque de Hillwood - Hace 2 días –
El sol se asomaba por el horizonte, el aire fresco de las últimas semanas de invierno ponía su piel de gallina. Ella lo miró con ojos cristalizados, impotente ante su tristeza. Estaban uno al lado del otro. Era tan fuerte ver el rostro siempre feliz del joven, tan gris y sombrío.
- Ahora que estás más tranquilo, cuéntame... ¿qué pasó?
- Mis abuelos Hel, perdieron nuestra casa... después de... todos esos años de trabajo duro, guerra, lucha, perder a mis padres y luego, en vez de descansar o viajar al fin... tuvieron que dejarlo todo para cuidarme y ... comenzar de nuevo.
- Arnold, no seas tonto, ellos te aman, ellos "no tenían que hacerlo", eres su segundo hijo, eres su felicidad y razón de vivir cada día. ¿Por qué crees que tu abuelo es más fuerte y saludable que Bob? Porque eres lo que lo inspira a vivir, por convicción, no por obligación.
- ¿De verdad piensas eso? – Helga miró directamente a esos ojos esmeralda que tanto amaba y le secó la lágrima que caía con picardía por su mejilla.
- Estoy totalmente segura Arnold, lo sé porque en mis días más oscuros, tú hiciste lo mismo por mí...
- Hel... linda, yo...
Arnold fijó sus ojos en ella llenos de ternura, notando lo que soltó, se dio la vuelta nerviosamente y continuó con su discurso.
- De todos modos, cabeza de balón, ¡no te preocupes! Destruiremos a ese tipo... ¿su nombre es?...
- Timothy Kafka... el medio hermano de mi abuelo y mi tía Mitzy...
- ¿QUÉ? - gritó Helga.
...
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Hillwood Tales- Latino
AdventureLa banda de Hillwood está de regreso, lista para contarte qué pasó después de la película de la jungla... quieres saber?