16. El gran quiebre de Miriam

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– Clínica Médica Drymon – Área de Emergencias

El área de emergencia estaba llena el sábado por la noche. Helga estaba sentada en una silla, mucha gente caminaba a su alrededor, hablando, otros gritando, pero ella no podía escuchar a nadie, su mente estaba perdida en sus propios pensamientos.

- Debí haber sabido que algo estaba pasando... ¿Qué es diferente ahora? ¿Por qué todo empeora cada vez más? ¿Qué puedo hacer? ¿Es este el costo que tengo que pagar por el amor de Arnold?

- Helga, cariño, ¿estás bien?

- ¿Eh? Quiero decir... sí, Stella, gracias, ya sabes, por pasar la noche del sábado aquí conmigo, en el Hospital.

- No te preocupes, te lo dije desde que nos conocimos, ¡Miles y yo estaremos aquí para ti! Eres como la hija que no pudimos tener, y ahora eres parte de nosotros.

- Gracias... No sé qué decir.

- No tienes que decir nada, está bien. No es tu culpa, ese tipo de cosas pasan a veces.

- No en mi familia, esto es rutina.

- ¿Qué?

- Sí, no es la primera y lo juro, la última vez. Bueno, esta es la primera vez con una víctima.

- El Doctor Smith dijo que el hombre está bien y que no quiere presentar cargos.

- Lo que sea, la policía investigará, como siempre.

- Tal vez... ¿dónde están tu papá y tu hermana?

- En California, en una estúpida audición para Olga.

- Si quieres, les puedo explicar la situación.

- Gracias, pero no es necesario.

- No te preocupes, volveré pronto. - La mujer se levantó de su silla, dejando allí su café, marcó el número en su celular y se alejó unos pasos de la chica.

- ¡Y esta es mi vida! - Dijo con sarcasmo, dejándose caer en la silla, a veces le resultaba demasiado agotador ser el adulto responsable, pero sabía que tenía que serlo.

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– Clínica Médica Drymon – Cuarto 53

La paciente estaba en su cama, su cabeza se sentía como si fuera a explotar. Su brazo estaba completamente vendado, conectándolo con el suero.

- La paciente se encuentra estable y los resultados muestran una gran cantidad de alcohol en su sistema. - Dijo una voz femenina a un médico.

- Ok, por favor dale los resultados al oficial de policía y dale más medicina.

- Sí doctor.

Miriam sintió el líquido entrar por sus venas, cerró los ojos lentamente, tratando de encontrar un lugar mejor en su mente.

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– Viksten Village – hace 40 años

Los rayos de sol entraban por el gran ventanal, las cortinas rosadas se movían por la ligera brisa de verano. Todas las muñecas elegantes estaban sentadas en la cama, prestando atención a la pequeña niña rubia.

- ¡Así que Geraldine, tu respuesta es correcta! Puedes sentarte. - Ayudó a "su alumna" a sentarse. - ¿Quién es la siguiente?

- Miry, ¿estás aquí cariño?

Hillwood Tales- LatinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora