— Casa Hogar: Momentos Felices –
Todos los niños de la sala estaban en fila, sin ningún movimiento. Su pequeño líder caminaba frente a ellos.
- Chicos... Los últimos días han sido difíciles, esos tipos son rudos, tenemos que ser más inteligentes... así que... haremos el número 3-A.
Todos los pequeños quedaron muy sorprendidos.
- Pero Craig...
- Ahm. - Se aclaró la garganta.
- ¡Quiero decir, nuestro jefe supremo, la maniobra 3-A es demasiado! Y es solo para emergencias.
- Y esto es una verdadera emergencia... si les dejamos tomar el control, perderemos todo lo que habíamos hecho antes.
- Helga, mira. Se están organizando... Esto podría ser peligroso para nosotros. - El gordo miró desde la puerta la conversación en la sala de juegos.
- ¡Maldición niño rosa! Tienes que ser fuerte, recuerda quién eres.
- ¿Un estudiante indefenso?
- ¡No idiota! Eres mayor y se supone que más inteligente. Bueno... olvida la última parte. Tienes más experiencia que ellos, recuerdas que gobernaste la escuela desde 1° grado, ¿te acuerdas?
- Sí... yo era el rey...
- Ahora necesitamos a ese rey... así que, ¿qué harás?
- ¡Ser un rey fuerte! - Fingió músculos con sus brazos.
- ¡Sí! ¡Así que ve por ellos rey!
Harold lanzó un grito de guerra y después de entrar en la habitación, Helga escuchó un grito muy cobarde.
- Sí, el rey de los cobardes.
Se golpeó la frente y resopló con molestia mientras entraba a la habitación, viendo cómo los chicos habían atado a su pareja.
- ¡Helga, sálvame! ¡Son mayoría!
- Claro Harold, ese es el problema. - Dijo ella con sarcasmo. - Ok niños, fue muy divertido pero suficiente. Es hora de hacer sus deberes.
- Lo siento anciana, pero no haremos nada.
- ¿Tú qué? - Sus ojos azules posaron en sus ojitos marrones. - Lo siento... Pero escuché mal. Dije que TIENES que hacer tu tarea... ¡AHORA!
- Y dije que no lo harán.
- ¿Oh sí? ¿Quieres apostar?
- Claro anciana... Pruébame.
- Será un placer. - Respiró hondo y luego su cara de enojo cambió a una muy seria hacia los otros niños. - Niños... hagan su tarea... ¡YA!
- Sí, señorita Pataki.
- ¿Qué? - Dijo el pequeño Craig con la boca abierta. - ¿Qué estás haciendo?
- Lo siento Craig... pero ella es tan.... temible. Ella entró en mi mente. - Dijo su pequeña y asustada amiga y luego tomó su libreta.
- Te lo dije pequeño Craig... soy la reina Helga G. Pataki y por favor... no olvides eso...
- Sí... veremos quién se ríe al final, Pataki.
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— PS 118- Cafeteria –
Gerald estaba muy cansado, sus manos parecían manos de anciano, lavó todos los platos y dejó los pisos impecables.
- ¿Dónde está Rhonda? Fue al baño hace 25 minutos. ¡Dios mío, me la hizo de nuevo!
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Hillwood Tales- Latino
AdventureLa banda de Hillwood está de regreso, lista para contarte qué pasó después de la película de la jungla... quieres saber?