34. Un pedazo de mi corazón

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En una habitación oscura, totalmente sola... se escucharon unos pasos y luego... la luz se encendió, revelando al abuelo Phil adentro.

- Hola... supongo... no sé qué estoy haciendo aquí, pero solo sé que Pookie le prometió a unas personas extrañas hacer esto de nuevo y presentar algunas historias, ahora sobre el día de las madres... Quiero decir, está loca , se que estoy aquí solo pero... no sé a lo mejor yo también me volví loco o me morí hace tiempo y esto y Oskar es mi castigo eterno... la verdad no sé, empecemos con nuestra primera historia...

Historia A: La pérdida de la maternidad

Puedo recordar el primer segundo que supe que estabas conmigo... fue después de un par de meses de un matrimonio feliz y semanas productivas, haciendo lo que a tu papá y a mí nos encanta hacer, ayudar a los demás...

- ¡Felicitaciones señora Shortman! - Dijo el doctor latino totalmente feliz.

- Oh no, estoy muy enferma, ¿verdad? Por favor, sé honesto.

- ¡No te preocupes Stella, estás perfecta!

- ¿Perfecta? Entonces, ¿por qué siento que voy a morir pronto?

- Oh, no te preocupes, te repito, no te vas a morir pronto, ¡estás embarazada!

- ¿Em...em...embarazada?

Estaba totalmente sorprendida, por favor, no te confundas, amo a mi bebé por nacer, pero para ser honesta, nunca me consideré una madre. Quiero decir, siempre me imaginé cuál sería mi trabajo y mis metas, pero, ¿una familia?

Era salvaje y aventurera, me encantaba viajar y conocer y ayudar a otros países y pensé que nadie querría compartir la vida conmigo... Pero ahora... Soy Stella Shortman y tengo un bebé... ¡Mi propio bebé!

Salí de la oficina del doctor totalmente perdida en mi mente, con una sonrisa estúpida en mi rostro... Me sentí como una princesa en mi propio cuento de hadas... toda la gente desapareció a mi alrededor. Simplemente caminé y luego encontré a la única persona que quería ver en ese momento.

- ¡Estoy embarazada! ¡Vamos a tener un bebé!

Solo hablé y sentí sus fuertes brazos rodeándome... Todo después de eso fue simplemente mágico... Bueno, ignorando que no pude desayunar por algunos meses y Miles buscando fresas a las 2 am, pero fueron meses maravillosos, imaginando tu cara, tus ojos, el color de tu pelo... mi vientre creciendo cada vez más.

Recuerdo a los niños del pueblo, jugando a unos juegos para elegir tu nombre. Dijeron que si fueras un niño, te llamarías "Toñito" como uno de ellos. Las chicas votaron por Raquel, y tengo que decir que este último fue muy lindo y me encantó... pero algo dentro de mí estaba bastante seguro de que tú serás mi Arnold.

Arnold... me encantaba ese nombre, mi papá era increíble, valiente, fuerte, generoso, brillante, cariñoso y leal... era el papá perfecto para mí y para tu tía, si tan solo lo hubieras conocido... murió al año antes de llegar a San Lorenzo, de hecho su muerte fue lo que me impulsó a seguir mi sueño, por eso no puedo imaginar un mejor nombre para mi bebé.

Y finalmente.... después de exactamente 9 meses... viniste con nosotros, ¡y vaya la forma en que elegiste nacer!... ¡en medio de la erupción de un volcán! Sí, te juro que es verdad...

Fueron 12 horas de sufrimiento total debo admitirlo, de incertidumbre e impotencia, no sabía si sería capaz de protegerte... pero tu papi y tu tío Eduardo hicieron un excelente trabajo, nos cuidaron y nos protegieron, y por supuesto, no puedo olvidar a los Ojos Verdes, sin ellos, nunca te hubiéramos salvado.

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