20. Una helada para recordar - La guerra por sobrevivir

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— Sunset Arms- Salón familiar –

Todos habían elegido un lugar en el piso, se envolvieron en cada cobija mientras se miraban en silencio.

Con la baja temperatura y la falla de la caldera, la enorme casa comenzaba a congelarse. La voz más tranquila de Stella rompió el tenso silencio en la habitación.

- Phoebe, Helga, ¿Pudieron terminar de cocinar la comida?

- Me temo que no señora Shortman. - Contestó la pelinegra con tristeza. - Le llevará al menos dos horas más... Lo siento.

El aire de la habitación se llenó de aún más tristeza, hasta que Arnold se levantó y tomó su Walkman y encendió el casete con la canción "Happy together, de The Turtles".

- Chicos, creo que mi mamá tiene razón, estaremos juntos e incomunicados por un tiempo más, hagámoslo más placentero y menos tortuoso para todos.

Sé que tal vez suene a consejos cursis, de esos que siempre doy... pero...

- Es lo mejor que podemos hacer hoy. ¿El mejor consejo hermano... y el más efectivo... ¿Tregua?

Arnold le sonrió al moreno y este hizo el clásico saludo con su mejor amigo, mientras todos comenzaban a cantar la canción juntos, sonriéndose el uno al otro.

- Y volviste a solucionar todo con tu positivismo, ¿eh cabeza de balón?

- ¡Qué te puedo decir, Helga, es mi don!

- Bien hecho hijo. Ahora lo mejor es que vayamos a buscar en las habitaciones del señor Hyunh y Ernie, se que entenderán... - Stella fue interrumpida por el llanto.

- Lo siento, Señora mamá de Arnold... ¡Me comí todo!

- ¿QUÉ? - Gritaron todos al unísono ante la declaración de Harold.

- ¡Vas a morir chico rosa! - Declaró Helga mientras poco a poco todos los presentes, molestos y hambrientos comenzaron a rodear al niño que lloraba. Cuando estaban a punto de atraparlo, la luz eléctrica volvió repentinamente, luego de una pequeña explosión, la caldera comenzó a funcionar nuevamente.

- ¡La luz! ¡Estamos salvados! - anunció Arnold y todos empezaron a celebrar!

- Vamos chicas, vamos a terminar la comida antes de que pase algo más. Arnold, arregla este lugar para comer juntos y dormir en el suelo.

- ¡Seguro mamá! - Arnold tomó a Helga de la mano para detenerla un poco y le susurró al oído. - Te guardaré un lugar a mi lado. - Ella suspiró en respuesta y reanudó su camino.

- ¿Cómo crees que pasó Arnold? ¿Era imposible que el servicio volviera tan pronto?

- Bueno Gerald, hay algunas preguntas que no tienen respuesta.

Ambos se sonrieron mientras acomodaban el resto de las mantas. ¡En el techo, Pookie dejó su equipo con el que había reparado todo y se rió triunfante!

- ¡Feliz 4 de julio a todos!

Al gritar, sobresaltó a Sid que estaba usando las escaleras de emergencia para cambiarse de habitación y cayó al suelo.

- ¡¡Alguien ayúdeme!! - Gritó inútilmente el chico de gorra verde.

La cámara que llevaba, se hundió en la nieve y se apagó.

Un chico estaba jugando con su perro, encontró la cámara y la encendió, viendo todo el material en ella, pero al revés:

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Hillwood Tales- LatinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora