Capítulo 18

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Narra Zee:


Parece que el tiempo vuela cuando eres feliz, como con nuestros cachorros que ya cumplieron sus siete años, casi ocho para ser específico, y aunque aún es difícil que nos dejen dormir, sobretodo durante las tormentas, los amamos igual. Tuve que contratar a una niñera que se hiciera cargo de ellos por las noches, así podría descansar con Nu.

Sin embargo, mis planes se fueron a la basura, en cuanto entré en nuestra habitación, el olor del celo de NuNew me golpeó en el rostro y durante su último celo, se acabaron los condones. Mi pequeño Omega, estaba acostado en la cama, solamente estaba encendida la tenue luz de la cabecera, así que podía visualizar su rostro.

- ¡Aahh!...

NuNew ya había empezado a quitarse la ropa, aún estando inconsciente, su mente lo impulsó a hacer algo más por ayudar a su cuerpo a liberarse de la desesperación por ser tocado. En el momento en que puse una mano sobre sus piernas que estaban calientes, para terminar de quitar su pijama, un gemido salió de su boca.

- Alfa... - No puede ser, esa voz sigue enloqueciendo a mi alfa interno.

- ¿Qué quiere mi omega? - Después de quitarme el control, se inclinó para susurrar en su oído antes de besar su cuello.

- ¡Te quiero a ti, alfa! - Se gira y busca mis labios.

- Entonces, me tendrás...

Los labios de Nu estaban suaves y ansiosos; su piel parecía resplandeciente, aún con el sudor que le causaba el deseo de que su alfa lo tomara de nuevo para demostrar que nos pertenecemos. Cuando está en celo, se vuelve otro, rompiendo mi ropa, arrancándola y arrojándola en cualquier parte de la habitación donde no le estorbe.

Mi omega estaba desenfrenado, añoraba ser mío con desesperación; llevé mis dedos hasta su entrada húmeda y dilatada, ansiosa por recibir mi longitud y poder gemir de placer. Cuando ya nuestros cuerpos estaban sin prenda alguna que nos cubriera, lo único que percibía, era el calor que emanaba de Nu y que me envolvía por completo.

- ¡Hazlo!... Ya... - Pidió cuando deposité un beso fugaz en la cicatriz que le quedó de la cesárea por el nacimiento de nuestros gemelos.

Mordí su cuello levemente mientras me deslizaba en su interior con fervor; su piel resplandecía con la luz de la habitación, sus ojos inyectados en un rojo brillante, demostrando que su omega interno tenía el control de su cuerpo entero, la presión que ejerció al momento en que entré y lo empapada que se sentía la cama, todo era sumamente erótico.

Lo hice mío con deseo, hasta que lo anudé en varias rondas durante toda la noche, y por fin nos quedamos dormidos casi al amanecer y fue así durante los siguientes tres días. Luego de tanto, no pude soltar a Nu, solo quiero tenerlo abrazado por el resto de mi vida, mantenerlo para siempre a mi lado, incluso buscarlo en la siguiente y volver a estar juntos.

- ¿Estás emocionado? - Pregunté estando afuera del consultorio médico un par de meses después.

- Mucho, no puedo creer que volveremos a la época de no dormir... ¿Y si son gemelos de nuevo? - Me devuelve sorprendiéndome.

- Ni lo digas. Con Lian y Yi, es como tener diez, no imagino lo que pasará si volvemos a tener gemelos. - Contesté, conteniéndome para no gritar de impotencia por estos ocho años.

- Jajaja. - Nu solo se rió divertido.

No quiero confundir, amo a mis hijos incluso más que a mi propia vida; pero, quisiera devolver al menos la mitad de la energía que hay dentro de sus cuerpos, son como máquinas. Es casi imposible que estén cansados, son muy imperativos, no se están quietos, como ahora, que están corriendo por todas partes del consultorio y gritando.

¡Odio Mi Destino! "ZeeNuNew"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora