Tres

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Renjun se encontraba en la habitación de Jaemin y Jeno junto al resto de sus amigos en una especie de reunión en la que no estaban ni Chenle, porque todavía no salía de su última clase, ni Jisung, aunque no faltaba mucho para que llegara.

Haechan y Jaemin estaban jugando Mario Kart, Mark los estaba viendo jugar y reía cada vez que Haechan gritaba porque Jaemin le había lanzado algo, y Jeno y Renjun estaban viendo qué pedirían para cenar.

—Oye, Renjun-ah —llamó Mark y el rubio levantó la mirada—. ¿Chenle cuando viene?

—Sigue en clase de cálculo, como en unos 20 minutos debe estar saliendo —Mark asintió y volvió a centrar su atención en los otros dos.

Unos minutos después se escuchó la puerta de la habitación ser tocada y Jeno se levantó de la cama.

—Debe ser Jisung, yo voy.

Jeno volvió junto al menor, éste último planeaba dejar su bolso antes de saludar pero Jaemin no se lo permitió y dejó el control del juego en la mesita, sin darle pausa, para lanzarse a abrazarlo.

—Jisung-aaaah.

Jisung sonrió, inmóvil bajo los brazos del peliblanco, solo se inclinó para dejar un corto beso en los labios de su novio.

Y si, una pareja que había sorprendido a todos no por las personas involucradas en sí sino por el tiempo que duraron en declararse eran, sin dudas, Jaemin y Jisung. Sin mencionar que el mayor solía ser muy meloso y consentía demasiado al de labios gruesos, por lo que siempre se ganaban burlas del resto.

Eran todo lo contrario a Renjun y Chenle.

—¡Noooo! ¡No te robes a Jaemin! ¡Estamos en medio de una partida! —se quejó Haechan mientras daba pequeños saltos sentado.

—Lo siento, hyung, eso no está en mis manos.

Jaemin se separó por fin de Jisung y volvió a donde estaba sentado antes en donde Haechan lo veía de mala forma por abandonarlo tan rápido.

—Hay prioridades, Haechannie —dijo Jaemin con una sonrisa.

El moreno rodó los ojos pero pronto estuvieron jugando de nuevo y todos volvieron a lo que estaban haciendo, ahora con Jisung escuchando música desde una esquina de la habitación.

Los chicos cambiaron de juego a uno de acción en donde tenía que disparar y matar a los enemigos, para ese momento Jeno había ocupado el lugar de Jaemin porque este ya se había aburrido y prefería darle cariños a Jisung mientras veía a sus amigos jugar, así que tenía la cabeza de Jisung en sus piernas y jugaba con su cabello de vez en cuando, Renjun a todas estas seguía pendiente más que todo del celular hasta que le llegó una llamada de Chenle que contestó casi que instantáneamente.

—¿Ya vienes?

Si, tardé un poco por la profesora. Ya todos se fueron y no quiero irme solo, ¿puedes venir por mí?

Renjun ni quería moverse, y tampoco planeaba ocultárselo al menor, ya lo conocía lo suficiente para saberlo después de todo.

—Chenle, ¿no puedes venirte solo un día? No será el fin del mundo.

¡Pero tú nunca vienes por mí! Anda, solo será una vez, ya después trataré de salir más rápido.

—No, Chenle, estoy muy cansado, de verdad.

Por favooor.

Ya dije que no.

Renjun colgó antes de escuchar la respuesta de Chenle. El resto estaba un poco en shock, pero solo veían a Renjun levantarse de la cama y ponerse los zapatos para salir.

—¿Adónde vas? —preguntó Jeno.

—A buscar a Chenle, no dejaré que se venga solo —y con eso salió.

Renjun a veces podía ser algo incongruente con lo que decía y hacía, y sus amigos no podían hacer más que tratar de acostumbrarse, aunque todavía no lo lograran.


–Moon

R U D E | RenleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora