Capitulo 2

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No sabía cómo lo había logrado, ni a que ser celestial o a qué suerte agradecer, pero lo había conseguido, huir de Piers y los otros, había sido casi imposible, pero aún así lo tenía

Cómo no podía llegar al orfanato viéndose asi, sudado y cansado, hecho un desastre que luchaba por algo de aire que no lastimar sus pulmones por la temperatura, se dirigió a un parque cercano para respirar

Aún siendo cuidadoso por si lo veían, se acomodo escondiéndose detrás de un árbol mientras recuperaba la respiración y el viento susurrante lo envolvia secando el sudor que tenía

había corrido demaciado

El nublado cielo sobre él le recordaba en que época estaba, el frío del invierno tenía envuelto a todas las calles y casas, entrando por las paredes y colándose en los locales

Avisando sobre lo frío que era afuera y lo mucho que estaba nevando

Era extraño pensar que podría estar en ese momento cómodamente sentado frente a la chimenea de la sala común, caliente, viendo el fuego, tal vez con un chocolate humeante directo de las cocinas y en pura tranquilidad, aunque recordando lo sucedido, tal vez no

Aún así prefería estar allí, escondiéndose en un árbol para no ser visto por sus matones

Todo por la razón por la que había regresado de hogwarts y por la que había arriesgado su pellejo.

Milagrosamente había consiguido dinero, no robo ni rogó, auque igual el barrio lo tenía de delincuente, pero no, encontró un poco de dinero en el suelo

No era mucho y la nieve realmente lo había intentado camuflar, pero arriesgando sus dedos a sufrir, el lo había encontrado y agarrado

Sonriente ante lo obtenido, intento sin éxito calentar su mano para que dejara de doler, tocar nieve fría y sin guantes nunca era divertido

Rindiendose, se dirigio a una tienda no tan cercana o lejana, buscando que comprar sin que lo hecharan o mirarán mal, pero evitando caminar demasiado

Justo al salir de la tienda fue visto y perseguido por tres de sus matones molestos y molestos, quienes insistieron en atraparlo por un rato antes de rendirse

agradecía que su primo no estuviera con ellos, el abría insistido, pero el en ese momento debía estar cómodo con su tia y la hermana de su tio, caliente y cómodo

No como él, sudado y cansado, con frío, luchando por respirar y no ser visto

Pero su primo nunca estaba contento, siempre estaba con esa cara exigente y amargada, pronto se aburría de lo nuevo y nunca parecía satisfecho

No, no eran iguales

No era como él, se ponía feliz con un abrazo, con una sonrisa, una mirada, unas palabras, no, su primo era molesto y demandante, pero él se ponía realmente contento con el pequeño "gracias" de su niña, si, el se ponía feliz por ella, no era como su primo

Por qué su primo no gastaría su tiempo en un orfanato

Su primo no correría de matones para que no le quitarán el pequeño chocolate

Y su primo nunca recibiría la radiante sonrisa que estaba recibiendo

Pues esa pequeña niña que estaba frente a el estaba recibiendo un increíble regalo, su primer chocolate, su primer dulce

El mejor regalo

Por ello, la mejor sonrisa

Una sonrisa que no importo el frío, lo calentó maravillosamente

-Gracias- susurro suavemente la niña

-No hay de que- le respondio el chico

Padre JovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora