Capitulo 6

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- A los perros de tres cabezas, también conocidos como Cerbero, les encanta la música, sobre todo el arpa- contó Harry en susurros, arropando a su niña para dormir

Adoraba poder hacer eso, acostarla a dormir, él siempre lo había deseado para él y ahora que podía arropar a su niña  agradecía enormemente poder hacerlo.

-Pero esos perros no existen ¿Cómo sabes que les gusta la música?- pregunto su princesa en voz baja

Y allí estaba de nuevo, la duda, no sabía si los padres de su niña habían sido magos, pero ella estaba en ese orfanato desde su uso de razón o memoria, por lo que escuchar que todo lo fantástico no era real se le había quedado en la cabeza.

Sonrío con simpatía, no podía envitar recordarse a sí mismo, si no fuera por Hagrid nunca habría creído en la magia, y aún era muy confuso saber todo lo que se podía hacer con ella.

Aún recuerda como nego la existencia de la magia y su sopresa al ser un mago, pero no sé culpaba, su tío y tía siempre repetían esas cosas "no existe", "palabra prohibida", "no es real", "no es normal", y la lista continuaba

Pero las matronas del orfanato se habían pasado, prohibir todo libro de fantasía era inhumano, eran niños por amor a Merlin, merecían saber de fantasía y dragones, caballeros, castillos, merecían eso, evitó gruñir.

Él le estaba dando eso a su niña, historias fantásticas que servirían cuando entrara al mundo mágico, por qué su bebé era igual a el, un niño mágico abandonado

Ella sería tirada al mundo mágico a los 11 sin ningún conocimiento si no fuera por él, por eso, todo lo que aprendía se lo contaba

Claro, ella creía que eran historias para que pudiera ignorar como la maltrataban allí, pero cuando entrara en hogwarts se lo iba a agradecer.

Además, responder preguntas correctas en clase al ya saber el tema ayudaría con su autoestima, y Morgana sabe que lo necesitaba.

-Gracias por la historia de hoy, papá- murmuró la pequeña con sueño

-Ya verás, algún día te llevaré a volar en escoba- aseguro su padre besando su frente y acomodando sus mantas.

-Eso no es- bostezó -posible- dijo la niña en voz baja

-Hasta mañana mi bebe- respondio con cariño

Padre JovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora