Para todos los que dirigían la vista levemente, por curiosidad o distracción, en la mesa de los leones, les era obvio el actual nerviosismo de Harry Potter, aún así nadie podía culparlo
Se encontraba inquieto, revolvía su comida, se removía en su asiento y miraba la puerta constantemente, esperando impacientemente que alguien la atravesará
Era obvio para muchos la razón del por qué, pues si algo era rápido en hogwarts era la velocidad de los chismes y rumores, y por ello todo el mundo sabía de la situación
Hace 3 horas la reconocida como hija de Harry Potter había sido llevada al ministerio, 3 horas era demaciado tiempo para todo eso.
Que fuera tanto tiempo no prometía nada bueno, eso pensaron muchos, y el joven a punto de tener un ataque nervioso pensaba igual.
Muchos notaban, con miradas fijas y atentas, cómo buitres al movimiento, los dedos que se movían nerviosos tocando la mesa en ritmo rápido o la postura tensa que tenía el buscador.
Otros tantos notaron cómo su plato, además de mezclado, no le faltaba nada, tampoco a la bebida, ambos parecían ser ignorados por el Gryffindor.
Pero al final la mayoría del gran comedor tenía su atención encima de él, por eso muchos estudiantes tendrían una noche incómoda o una visita a la enfermería, pues cuando la puerta se abrió muchos cuellos sonaron por la velocidad y fuerza tan repentina, no hubo pocos en hacerlo, así que se ahorraron la vergüenza.
Pero eso no importo, no le importo a nadie, pues solo estaban atentos en la pequeña niña que caminaba lentamente a través de las puertas, con pasos temblorosos y débiles, lentos y pesados.
Una vez más, la niña se notaba demacrada, a pesar de la falta de heridas y una diferencia en su estado físico, pues iba peinada y vestida, con zapatos y moños, pero a pesar de eso habían obvias lágrimas pesadas y duraderas, unas que no se podían esconder.
Unas que demostraban que una vez más la pequeña niña que tenía tanto sufrir había Sido lastimada de nuevo.
Harry Potter se levantó más rápido que un rayo, la acción casi paso desapercibida si el no fuera parte de la atención, pero ni siquiera demostró notar las miradas, solo se levantó y se acercó a la niña, deteniéndose justo cerca de ella, manteniendo una distancia de dos pasos el uno del otro.
La niña también se detuvo, trago fuerte y dirigió su triste mirada a su padre, quien la miraba con un dolor estremecedor, ambos sin decir palabra, sin creer totalmente lo real que era su alrededor.
Él seguía congelado, llorando internamente por permitir que su dulce pequeña saliera herida de nuevo, sin notar que las lágrimas eran demasiadas para retener t se le estaban escapando
Es seguía viendo a la pequeña niña, estaba sin creer totalmente, sin aceptar toda la tristeza que veía en ella, nunca la había visto así, no había visto tanto dolor, ni siquiera cuando la conoció por primera vez, y se estaba culpando horriblemente por eso.
Por qué él no podía hacer nada para evitarlo, por qué no la pudo esconder en un lugar seguro o evitar que la lastimaran, por qué no la pudo alejar del mundo cruel, por qué no era lo suficientemente fuerte para eso, y eso lo estaba matando.
Solo se quedó allí, mirando a la niña con lamento, pidiendo perdón por dejarla ir, por dejarla lastimarse, sin notar como pequeñas lágrimas comenzaban a trazar caminos por sus mejillas.
Ella también estaba quieta, pero a diferencia de él, sorprendida, su corazón había palpitando de dolor cada vez que respiraba y estaba allí, en el ministerio, y al llegar a hogwarts había avanzado temiendo que tan real era su padre, que tan posible era que él la amara, sabiendo de todas las personas que parecian despreciarla por existir.
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Padre Joven
FanfictionHay un orfanato, un orfanato tan viejo como los otros, tan frío como los otros, igual a los otros, exepto por una persona una niña una niña que tiene un papá a pesar de estar en un orfanato y además de eso, una niña especial por qué tiene magia por...