—Te doy mis papitas si me dices lo que estás pensando.
Escuchar tu voz y sobresaltarme un poco es lo que me demuestra que en realidad sí he estado abstraída en mi mente por varios segundos. Te sonrío.
—Pagas por adelantado.
Con tu tenedor pinchas dos papas y como si fuéramos conocidos de toda la vida, llevas el cubierto a mi boca. Del mismo modo la abro y recibo la comida. Encuentro curioso lo natural que se siente. Aún así, las dos papas se asientan con pesadez en mi estómago; creo que sigo algo revuelta por todo lo que ha pasado esta noche.
—Ahora tu parte.
—Estaba pensando en mi cita con Hank. Creo que no estoy lista para salir con personas aún.
—¿Aún quieres a tu ex?
Mi pensamiento reflejo es ponerme a la defensiva, principalmente porque esa es una pregunta que mi madre me ha hecho muchas veces, siempre esperando que la respuesta sea sí. Sin embargo, en tu voz no se oye juicio o expectativa, solo curiosidad.
—No. No quiero volver a verlo en mi vida. —Sonríes—. Es solo que parece como una señal del destino que mi primera cita en casi un año sea con un compañero de trabajo de él y que me haya hecho sentir mal al decirme que estoy muy vieja para empezar de nuevo.
—¿Te dijo eso?
—Lo insinuó... —De una manera que parecía que él creía que eran halagos, añado interiormente—. Pero no sé, a lo mejor tiene razón.
—No estás vieja. Necia, terca y malmirada, a veces, pero vieja no. —Sonríes de lado, yo blanqueo los ojos—. Y no fue una señal del destino, solo fue mala suerte.
Suspiro, no queriendo darle más vueltas al asunto por ahora. Ya tendré tiempo a solas para autocompadecerme, pero por hoy estoy harta.
—¿Qué hay de ti? ¿Era una cita la que te interrumpí?
—No, Mariam es solo una amiga... bueno, es algo más que una amiga, la verdad, pero no somos pareja formal. Es como una... amiga con derechos.
—He escuchado a Noah decir que tienes muchas de esas.
—Es que soy incapaz de tener amigas, amigas —dices, condescendiente, burlándote—. Tú lo dijiste.
—Y cada día me pruebas que tengo razón —sigo la corriente. Tomo otro bocado de mi hamburguesa y me inclino hacia ti—. Y dime, ¿cuál es tu trauma?
—¿Trauma?
—Sí, ya sabes, cuando un hombre no suele tener novias formales es porque tiene algún trauma, ¿no? Algún amor adolescente que salió mal, o alguna novia que se embarazó del mejor amigo, o te enamoraste de alguien con pareja y te rompió el corazón...
Sonrío burlona mientras enumero los casos, tu rostro se enseria.
—Eres sumamente insensible. ¿Noah te contó sobre Carine y de Derek y quieres burlarte? Es muy bajo de tu parte.
ESTÁS LEYENDO
Las raíces de Ralph •TERMINADA•
Romance❝Ralph es un mujeriego que vuela libre. Montse desea aferrarse a su independencia. Cuando la rivalidad entre ambos se convierta en amor, sus mundos se pondrán de cabeza❞. *** SERIE "LOS GIROS DEL AMOR" IV (No son secuelas, se pueden leer de forma au...