❝Ralph es un mujeriego que vuela libre. Montse desea aferrarse a su independencia. Cuando la rivalidad entre ambos se convierta en amor, sus mundos se pondrán de cabeza❞.
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SERIE "LOS GIROS DEL AMOR" IV
(No son secuelas, se pueden leer de forma au...
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El zumbido de la máquina de tatuajes provoca una sensación desagradable en mi cuerpo. Es tan parecido al sonido de la fresa del odontólogo —que odio con toda mi alma— que no puedo evitar relacionarlo. Mi rodilla baja y sube con intensidad mientras espero mi turno.
Siento tu mano de repente en mi pierna y me quedo quieta de inmediato. Al verte, tienes un gesto burlón en los labios.
—¿Te estás arrepintiendo?
—Ya pagué la mitad, así que no puedo darme ese lujo. —Ríes y ese sonido logra sosegarme un poco—. El ruido de la máquina... —Me estremezco—, es horrible.
—¿Así que te preocupa el sonido, pero no el dolor?
—Sí, algo así.
Asientes, tu sonrisa incrédula aún en tus labios. Los miro solo un segundo, pero desvío mi atención a la pared.
—¿Me dirás qué te tatuarás?
Lo pienso, luego me encojo de hombros.
—Ya estamos acá, no pierdo nada. —Saco mi teléfono, busco la imagen que elegimos con la tatuadora cuando vine a sacar cita y te la muestro—. Esto.
—Una flor.
Luces extrañado. No sé qué esperabas, pero estás sorprendido.
—Es una flor mono amarilla. Son raras, no siempre las encuentras.
—¿Tiene algún significado?
—Sí. Antes de decidir dejar a Henry, Vero estuvo para tenderme la mano. Mi mente racional sabía que por dignidad debía irme, pero mi miedo era más grande y dudé muchísimo. —Agacho la mirada al hablar de ese momento, del quiebre más grande de mi vida. No sé en qué momento dejé de cuestionarme si decir cosas tan personales contigo es o no apropiado, pero la verdad es que se siente bien que seas tú quien escucha—. Vero fue a mi apartamento justo cuando estaba considerando quedarme con él. Me llevó flores, un ramo de estas hermosas y amarillas. Me propuso vivir con ella, lo cual era una locura y todo mi cuerpo quería negarse. Estaba llorando, tenía el corazón roto y era un desastre... Entonces miré el ramo amarillo de estas flores y un ramo de lirios que Henry me había dado. Odié esos lirios con toda mi alma. Algo hizo clic en mi corazón, un corrientazo, un impulso y me dije que la oferta de Vero y sus flores amarillas representaban la nueva vida que necesitaba, que era el camino a seguir.
—Y te fuiste con Vero.
Asiento.
—E hice todo lo posible por no mirar atrás. Estas flores... la verdad es que no sé si solo fue algo de sugestión o si realmente algo pasó, pero las he visto como un símbolo de ese renacer que tuve que atravesar. Me recuerdan que soy más valiente de lo que creo. Hoy en día me siento orgullosa de la persona en que me convertí; durante toda mi vida fui conformista, pasiva, un adorno en la vida de alguien más y cuando dejé a Henry, todo cambió y...
