EL JARDÍN DE LAS MARIPOSAS VP/ BBB

XXI

Siempre he sabido lo cambiante que la vida puede ser, asimismo comprendo que en la vida hay una inexplicable y retorcida fragilidad, lo cual la embellece, sin embargo, ahora que mis ojos ven mi vida desde un marco distinto me preguntó cuál es el rumbo que quisiera que mi vida tome a partir de este momento, a partir de lo que he descubierto. — ¡Papi, papi!

Macao me recuerda que estoy en la sala de estar, me hace ser consciente de la presencia de vegas y de su mirada confundida y evaluativa, sé con solo verlo que tengo pocos minutos para decidir lo que quiero hacer a partir de este momento. — Pete, ¿qué sucede?

Solo tengo un momento, solo tengo que hacer una acción, solo tengo que dejar salir una palabra y entonces mi destino se definirá; — Pete ... — me llama nuevamente.

Oculto en mi mano izquierda llevo un veneno letal y no sé qué hacer con él, a decir verdad no comprendo con qué finalidad me lo ha dado mi padre, pero de una cosa estoy seguro, si es que yo soy el dueño de mi destino, tal y como kim siempre me ha dicho, entonces esta es la oportunidad en que puedo probar si aquello es cierto. — Vegas — lo saludo con una sonrisa y me acerco a él teniendo especial cuidado en no revelar el frasquito azul que encierra la mortal sustancia. — ¿Cómo estas? — pregunto y me acerco para recibir su abrazo.

— Ha sido un día ajetreado pero me alegra poder estar finalmente aquí, al lado de mis dos personas favoritas—. Dice y por primera vez me pregunto cuánto de cierto hay en sus palabras, porque una cosa es segura, su mirada de amor y adoración a macao es sincera, pero en lo que respecta a mí tengo un millón de dudas, pues quizás sus ojos que tan preciosos y fieros son no me vean a mí, a pete, pues quizás, al verme lo ve a él, a build jakapan.

— ¿Ha sucedido algo pete? — pregunta. — Te noto tenso.

Niego con la cabeza. — Esta mañana he recibido la visita de mi padre, hemos estado tomando té y hemos comido panque en el jardín trasero, es probable que haya recibido mucho sol.

— Pete, estos días te has sentido mal, quizás el esfuerzo de este día ha sido demasiado, ¿deseas que llame al médico para que te revise?

— No creo que sea necesario.

— Dime, ¿cómo te sentiste el día de hoy, las náuseas continúan?

—No — me atrevo a mentir. —, el día de hoy me he sentido bastante bien a excepción del cansancio, quizás con una siesta me recupere.

— En ese caso, vayamos a comer algo y luego permíteme acompañarte a descansar.

Suspiro en el hombro de vegas. — Macao te ha echado de menos, ¿no es así?

El niño asiente. — Me gusta cuando papis están aquí para jugar conmigo.

Vegas acaricia la cabeza de macao y lo eleva en sus brazos poniéndome a un lado. — Yo también adoro los momentos contigo.

— Vegas, si estas de acuerdo subiré a descansar un poco y comeré algo más tarde.

Vegas me mira, su mirada es fiera pero no esta siendo rudo. — ¿Realmente te encuentras bien? — me cuestiona.

— Lo hago pero quisiera descansar, el sol me ha afectado.

— De acuerdo, sube a descansar, más tarde, si tu padre vuelve a visitarte asegúrate de mantenerte en la sombra, tu cuerpo ha estado sensible estos días y no me gusta cuando hay algo lastimándote o haciéndote sentir mal.

Sonrió, irónicamente vegas ha comenzado a molestarse con todo lo que me causa daño pero solo ahora me doy cuenta de que mi corazón se siente fisurado debido a lo que he descubierto, y eso me pone a pensar en la forma en que entre en esta casa, en la forma en que fui tratado por el despiadado propietario y aunque siento el dolor, también tengo miedo, pues temo que él, vegas kornwit theerapanyakul me vea únicamente como un sustituto.