XXIII

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Un fuego habita en mi interior

las llamas se alzan súbitamente

provocando el irremediable incendio.

No, 

no digas nada.

Ya explotó

todo mi amor.

¿Puedes consumirte conmigo?

¿Quieres consumirte conmigo?

.

.

.


Cuando la pesada puerta de madera negra se abre, la luz ingresa en aquel lugar, revelando la figura de un hombre cuyo cuerpo parece perfecto y angelical. La suela italiana de esos zapatos masculinos se mueve con delicadeza, cada paso es ligero y silencioso, su andar se asemeja a un coleccionista dentro de un museo. — cierra la puerta, ¿Acaso no te das cuenta de que ellas podrían huir?—. Pregunta más, no gira para confrontar a la persona que está en las sombras y tampoco hay respuesta, sin embargo, se cumple con su petición y él es absorbido por ese sitio donde la única iluminación es un precario tragaluz en lo alto del techo. — Mi bella mariposa ... — murmura y da un suspiro.

La menelaus blue morpho revolotea alrededor del hombre que de pies a cabeza viste un elegante atuendo en color negro. — Ciento quince días —, musita para la mariposa de alas color azul que lo mantiene cautivado. — supongo que aún falta bastante tiempo para que llegue el día en que des tu último aliento.

Aquel ejemplar, la menealaus blue morpho es única en su especie y aunque su color solo puede ser descrito como precioso para el hombre que la posee solo es el equitativo a un reloj de arena, pues la vida del espécimen se reduce a ciento quince días, los mismos días en que ella intentara sobrevivir buscando y comiendo fruta para mantenerse. — mmmm — Canturrea el hombre — supongo que todas ustedes son hermosas a su forma pero tal y como pensé anteriormente, ninguna es perfecta, más aún, él parece serlo; posee belleza, su mirada está llena de dignidad y tiene la voz de un gobernante, pero no, eso no lo hace perfecto, su perfección radica en la capacidad que tiene para dejarse gobernar, pues aunque su espíritu parece ser libre él es quien está dispuesto a entregar sus propias alas y yo ... yo lo quiero a él... yo solo puedo ver y esperar por él... por mi perfecta mariposa... Pete phongsakorn saengtham, ¿Cuánto falta para que me entregues tus alas y tu aliento?

Pete phongsakorn saengtham

No quiero ingresar en el jardín de mariposas, así que me tenso y vegas me mira, sé qué piensa en que mi miedo por las mariposas sigue ahí, intacto, al menos eso deduzco por la mirada que me da y por el agarre de su mano fuerte. — No, por favor, vegas ...

— Pensé que las mariposas ya no causaban tanto miedo en ti.

Trago saliva y niego con la cabeza. — Dentro de ese lugar hay probablemente cientos de ellas y yo ... yo tengo miedo ...

No quiero ingresar en el jardín de las mariposas porque temo que dentro de ese lugar vegas finalmente pueda reconocer que a quien ama y anhela como su amante y única compañía no soy yo, sino el doncel de la foto, build jakapan de quien sé casi nada. — Cariño, hemos hecho el amor alrededor de las mariposas, así como entonces, ahora te pido que confíes en mí, yo jamás dejaría que nada ni nadie te tocara y lastimara, pete, para mí tú eres importante.

EL JARDÍN DE LAS MARIPOSAS VP/ BBBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora