No sabia nada de el ,solo que era el heredero al trono ,el futuro rey.
El en cambio en cuanto miro mi sonrisa supo todos mi secretos mas ocultos.
Mara se a pasado toda su vida viendo como las chicas de su edad intentan ser perfectas. Ella nunca a en...
Habían pasado unos días desde la visita de Carl y cada día me convencía más de que el llamado de Hunter no había sido por la boda, Hunter llevaba días estresado y apenas salía de su despacho.
-¿Hunter?-pregunté mientras tocaba la puerta.
-Adelante-En cuanto entré vi que todo el despacho estaba patas arriba, había papeles por el suelo y Hunter estaba todo despeinado con un vaso de ron al lado.
-¿Qué está pasando?-pregunté preocupada.
-Nada-suspiro-cosas del pueblo, ya sabes...
-Esto no parecen solo cosas del pueblo Hunter-el bajo la mirada y no me respondió-Si voy a ser la reina quiero estar al tanto de todo.
-Hay...hay una nación con la que teníamos un trato, pero... hace unos días su monarca me envió una carta declarándonos la guerra-respondió.
-¿La guerra? pero...¿Les hemos hecho algo para que quieran romper el tratado de paz?-no tenía sentido.
-No, no les hemos hecho nada.
-¿Entonces...?
-Curiosamente el que gobierna esa nación es el mejor amigo de mi padre-comentó Hunter haciendo una mueca.
-¿Crees que tu padre tiene algo que ver?
-No me extrañaría-Hunter suspiro-Voy a intentar negociar, pero no sé qué pasara.
-Todo mejorará-dije intentando alegrar ,aunque esto de alegre no tenía nada.
-Eso espero cariño, eso espero...
-Por cierto, voy a ir al pueblo-hable.
-¿Para?-me preguntó.
-Quiero comprar algunas cosas-conteste-no me voy a llevar guardias, todo el pueblo está lleno de ellos, aparte de que nadie me va a hacer algo ahí.
-No creo que sea buena idea, todavía no sé qué está tramando mi padre, sé que está detrás de lo de la guerra pero la señorita Bentley no tiene nada que aportar en ese tema y estaba con mi padre tramando algo-suspiro-no creo que sea buena idea.
-Solo será un rato, lo prometo-le puse ojos de cordero.
-Está bien...¡pero ten cuidado!-grito una vez que yo ya había cerrado la puerta.
Se que tiene razón y que puede ser peligroso, pero mañana es el día en el que nos conocimos y en la cocina no quedan frambuesas para hacer la tarta favorita de Hunter, así que me toca ir a comprarlas.
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Nadie me había reconocido a causa de que llevaba una capucha cubriéndome la cara, incluso los guardias no me habían reconocido, pero si ellos no lo han hecho ningún enemigo lo haría tampoco.
-Disculpe jovencita-me llamo un anciano-¿podría ayudarme con las bolsas?-pregunto-mi casa está aquí cerca.
-Por supuesto, agarré sus bolsas y comencé a seguirlo.
-Es por aquí...si por aquí, estamos cerca, muy cerca...-el señor no paraba de repetir eso, como si estuviera en bucle.
-Ya hemos llegado-hablo.
-¿Dónde está su casa?-pregunte.
-¿Mi casa?
-Si ,su casa-conteste, esto no me daba buena espina.
-Mi casa no está aquí-respondió.
-¿Entonces qué hacemos aquí?-volví a preguntar.
-Es que me pagan muy bien por traerte aquí sin llamar la atención-comentó tranquilo.
-¿Qué quieres decir...
-Quiere decir que estas en graves problemas majestad-habló una voz a mis espaldas.
-¿Quién eres?-pregunte sin girarme.
-Tu peor pesadilla-después de eso todo se volvió oscuro.
...
Jijiji ya tocaba un poco de emoción ¿No creéis? Quería hacerlo más largo pero he pensado que molaría dejaros con la intriga.
