Lesión

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Gia

La noche en casa de los padres de Mateo salió bastante bien, aunque tuve vigilar Liam con sus imprudencias casi hecha a perder su propio plan, no soporto las mentiras ni tener que fingir pero creo q eso es bastante común últimamente.

Belén me llamó a las 6 de la mañana y me dijo algunas cosas que no entendí bien por estar medio adormecida aún, en la noche tuve que tomar unas pastillas para el dolor pues he tenido unas molestias en la rodilla y caí rendida.

Cuando al fin logré ponerme en pie y salir de la cama, terminé corriendo de asearme y sali para la compañía donde me esperaba Belén impaciente por comunicarme algo.

-Llegas tarde- su cara seria esconde una sonrisa que puede apenas disimular.

-Solo cinco minutos- protesto-apuesto mi carrera a qué el señorito Amir Vargas no se ha ni siquiera levantado de la cama- una apuesta que no perdería nadie.

-Sería una locura apostar en contra de la dudosa puntualidad de Vargas- se encoge de hombros- la solución, vayamos a despertarlo de nuevo... ¿Sabes por casualidad dónde vive?

-Ehh... Creo que una vez fui por allá con Ainoa- trato de no responder nerviosa, aunque no sé porque, sería algo normal que sepa donde vive, somos compañeros de baile y además su hermana es mi amiga, pero la pregunta me tomo desprevenida y me trajo una serie de recuerdos que creí haber enterrado, por mi bien.

-Vamos- me toma de la mano y prácticamente me arrastra hasta su coche.

-Pero... Mejor lo esperamos aquí, debe estar por llegar.

-No, lo conozco como si fuera hijo mío, no llegará y no quiero esperar, indícame por dónde debemos ir.

No me queda más remedio que ir indicándole el camino hacia el apartamento que varias veces he visitado y no precisamente para campañar a Ainoa.

Al llegar tocamos al timbre y unos minutos después Hugo abre la puerta y se queda mirando.

-¿Dónde está el inútil de Vargas?- pregunta Belén.

-¿Pasó algo?

-Yo tampoco sé- me encojo de hombros.

Hugo nos señala hacia el pasillo y se aparta dejando pasar a Belén con perro por su casa.

Caminamos hacia las habitaciones y lo encontramos durmiendo plácidamente encima de la cama, tenía los audífonos puestos y el teléfono a su lado, panza para abajo y dándonos una vista perfecta de sus nalgas apretadas en bóxer.

-Despiertalo, que yo voy por su ropa- camina hacia el clóset y yo me acerco a la cama tragando seco.

-Amir- pongo la mano en su hombro y lo sacudo un poco tratando de tocarlo lo menos posible- Vargas...-repito.

Se voltea completamente, con los ojos entreabiertos, los estruja con sus manos y medio sonríe maliciosamente.

-¿Estoy soñando o ya me morí?- balbucea y me afecta demasiado esa sonrisa que pocas veces ha mostrado, diría que solo cuando está vulnerable.

-Le... Levanta que Belén está...- señaló a la profesora con el pulgar y me sigue con la vista.

-Joder, Belén- de un salto se sienta en la cama- me vais a matar, que hacen aquí.

-Me obligó a traerla así que...

-Visteste degenerado que Gia es una chica decente y no tiene porqué verte en esas fachas- le lanza una toalla- tienes cinco minutos.

TODO LO QUE NO QUERÍA (+18) Libro I [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora