Otra Oportunidad - [AU. Tokyo Revengers].

Capítulo 16.

Hanma despertó al sentir el aroma a quemado, parpadeo desorientado y con dolor de cabeza.

Recordaba vagamente que se había quedado en el sillón por si a Takemichi se le daba por salir y así él pudiera escucharlo, sin embargo no pasó mucho tiempo para que él se quedara dormido.

Pero ese no era el punto...

¿Cuál era el punto por el cual se había despertado?.

—¡Fuego!— Reaccionó ante el grito de Chifuyu—.

Sin pensarlo dos veces se levantó y tomó el extintor, le quito el seguro y comenzó a rociarlo en el sarten.

Una vez el fuego se apago escucho un estornudo y un par de tosido detrás de él, Chifuyu abrió rápidamente la ventana sacando todo el humo.

Fue entonces que los dos miraron a Takemichi, con unas cuantas puntas de su cabello quemado y la nariz negra.

Negó y con un trapo húmedo limpio el rostro del rubio.

—Debes tener más cuidado... ¡¿Pero que carajos?!— Noto que aquellas manchas negras debajo de los ojos de Takemichi no era del fuego, si no que eran sus ojeras— ¿Si quiera dormiste?—.

—No... Pero Mikey tenia hambre— Hanma se quedo estupefacto, ¿Qué fue lo que el menor le dijo?—.

—¿Quién es...?— El mayor detuvo a Chifuyu cuando vio como Takemichi lo miro con confusión—.

—Si, se que tiene hambre, pero Chifuyu y yo nos íbamos a encargar de eso, ¿Verdad, Chifuyu?— Piso el pie del mencionado para que este le siguiera la corriente—.

—Si, nosotros íbamos a hacer...— Se quedó analizando lo que diría, si decía algo incorrecto Hanma podría golpearlo—.

¿Pero que debía decir? Ni siquiera sabía quién era ese tal Mikey...

—¿Y si le das un dorayaki?— Parpadeo confundido, ¿Qué fue esa visión de él frente a Takemichi?—.

—Un dorayaki— Eso parecía funcionar pues el pelinegro con rubio dejó de pisarlo y su amigo solo asintió diciendo un ligero: "Gracias"—.

—Bien, ahora ve a dormir, nosotros nos encargamos de Manjiro— El rubio asintió y comenzó a irse a su habitación—.

—¿Quién carajos es Manjiro?, ¿Es el mismo que ese tal Mikey?— El mayor negó con un suspiro—.

—Es una larga historia, pero tú aún no estás listo para saberla— Y sin más lo noqueo—.

Hanma alzo los pies dejando que Mitsuya barriera.

—¿Entonces los dos aún siguen dormidos?— El peli morado siguió barriendo—.

—Si, desde hace un buen rato— El mayor se levanto del sillón para ir a la cocina, vio la basura, chasqueo la lengua al ver el sarten quemado en la bolsa— Yo saco la basura de hoy, por eso no te preocupes—.