Capitulo 17.

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Takemichi fue quien se acercó a la puerta, abrió y se sorprendió al ver a Naoto frente a él.

—Oh... Naoto— Desvío la mirada, hacia tiempo que no lo veía en persona—.

—Si, oye, ¿Todavía estas con Inui-Kun?— Frunció su ceño confundido, ¿No Inui era mayor a él?—.

—Si, apenas íbamos a hacer...— Vio como Chifuyu y Seishu se separaban— Algo—.

—¿Tendrás disponible unos cuantos minutos?— El pelinegro soltó un pequeño suspiro— Es algo urgente—.

—Depende, si no es tan urgente lo recorremos para otra fecha, ahora estoy algo ocupado— Ahora miro al menor—.

—Es que si es al-...— Naoto no pudo terminar cuando de la nada alguien lo empujo hacia atrás—.

—Solo son unos minutos, no me los va a negar, ¿Verdad?, ¿Hanagaki-San?— Se paralizó al ver aquellos ojos morados y esa sonrisa algo tétrica—.

—Tú...— Se quedó a mitad de lo que iba a decir, no quería meter la pata, no otra vez—.

—Si, a mi, Izana Kurokawa, a su servicio— El mencionado hizo una reverencia— ¿Me permite unos minutos de su valioso tiempo?—.

Miro nuevamente a Seishu, Chifuyu y Hanma, sabía que este ultimo los cuidaría bien, si no ahí estaba Mitsuya.

—Si, pero vamos a otro lado— Tomo sus llaves, un cubrebocas, unos lentes negros y cerró con cuidado la puerta—.

—Como guste— El albino sonrió y solo siguió de cerca al rubio—.

Naoto frunció su ceño, nunca creyó que trabajaría a lado del octavo líder de los Black Dragons.

—Bien, ¿Qué era de lo que querían hablar?— Naoto le puso un helado de durazno a Takemichi— Gracias—

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—Bien, ¿Qué era de lo que querían hablar?— Naoto le puso un helado de durazno a Takemichi— Gracias—.

—Creo que alguien ya te habrá comentado quien soy, como y para quien trabajo— El albino agradeció el helado y miro de reojo la mesa del fondo, sonrió al ver como el pelinegro menor le desviaba la mirada—.

—Si...— El rubio miro al mismo lugar del contrario, pero no vio nada raro, solo un chico tosiendo— Algo así, escuche de casualidad—.

Miró a Naoto, soltó un ligero suspiro, no sabía que él menor se embriagaba hasta el punto de decir cosas privadas

—Entonces; mi compañero Kakucho tiene algunas cosas que hacer, tu caso llamó mi atención, así que aquí estoy— El mayor tomo una cereza y la comió— Tengo unas preguntas—.

—¿Esta bien?— Takemichi dijo con algo de indecisión—.

—Bueno, ya hice mi propia investigación, lo único que quiero saber es si una de todas estas personas— El albino comenzó a sacar unas fotografías— Es reconocible para usted—.

Otra Oportunidad - [AU. Tokyo Revengers].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora