Capitulo 12.

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Takemichi tomaba de su jugo de manzana mientras veía a Hanma, este ultimo tenia una cara de pocos amigos, no entendía el porque de eso, hasta a penas ayer estaba bien y desde que despertó estuvo al pendiente de que Chifuyu no fuera a hacerle algo, incluso le pidió a Mitsuya que no limpiara el cuarto del mayor hasta que este se levantara.

Pero desde que el pelinegro con rubio se despertó habia estado teniendo una cara muy seria, a veces cambiaba a una nostálgica, pero al poco rato volvía a poner su rostro serio, ni siquiera para comer habia cambiado esa expresión perdida de su rostro.

Suspiro y se acabo su jugo, no tenia hambre por lo cual solo dejaría el vaso en la mesa y ya Mitsuya lo lavaría después, miro a Hanma, este ultimo también lo volteo a ver.

—¿Te gustaría acompañarme a la escuela de Kisaki?— Soltó con rapidez haciendo que el contrario lo mirara con una ceja alzada— ¿Eso es un si?—.

—Creo que es obvia mi respuesta— Vio la cara ahora seria del mayor y la mirada penetrante que le dio—.

—Bien, esta bien, voy yo solo— Se levanto y fue hasta el perchero de la entrada— Cualquier cosa que quieras ahí esta Mitsuya, si no quieres hablar con él, también esta Chifuyu, hay un teléfono en la cocina y uno cerca de la entrada—.

—¿Y si solo quiero que nadie me moleste?— Se quedo quieto y suspiro—.

—Puedes quedarte en el balcón, creo que Mitsuya ya lo limpio o también puedes quedarte en mi estudio, solo recuerda no ver las pinturas que están volteadas, yo tengo que ir a hacer unas cuantas cosas— Se termino de poner su saco café, se puso sus lentes negros y un cubrebocas para después colocarse sus zapatos, tomo sus llaves y salió—.

—Puedes quedarte en el balcón, creo que Mitsuya ya lo limpio o también puedes quedarte en mi estudio, solo recuerda no ver las pinturas que están volteadas, yo tengo que ir a hacer unas cuantas cosas— Se termino de poner su saco café, se puso sus ...

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Sonrió, habia entrado a la escuela sin mayor problema, era un pintor famoso y los policías que cuidaban la escuela lo reconocieron de inmediato dejándolo entrar, al principio si fue un poco difícil, pero explico el porque de su inesperada visita y lo dejaron entrar, aunque le dijeron que se quitara el cubrebocas y los lentes negro.

Ahora caminaba por los pasillos con mayor tranquilidad, hacia tiempo que no veía su escuela, sonrió pensando que hasta hace unos meses él tenia la edad suficiente para estar en ese lugar, negó suspirando, veía a los que fueron sus profesores e incluso a unos nuevos.

Desearía quedarse a ver un poco más, pero debía hablar con el director y aprovechar que los niños todavía no salían al receso, así que dejo lo que estaba haciendo y fue con paso calmo a donde se sabia de memoria estaría la oficina del director.

Pero se detuvo abruptamente cuando alguien lo tomo del brazo, comenzó a entrar en pánico, no sabia si ese cuerpo que tenia era lo suficientemente fuerte como para dar un puñetazo, sin embargo no debía hacerlo, seguramente era un profesor.

Pero ni bien habia dado la vuelta cuando escucho aquella voz que hacia tanto que no habia oído.

—Disculpe la interrupción, no quería ser brusco, yo— El contrario tosió aclarando su voz— ¿Podría decirme donde queda la oficina del director?— Volteo a verlo, sus ojos se llenaron de lagrimas— Es que un amigo mío tiene una hermana que viene a esta escuela, pero me dijo que yo fuera, todo porque él es un verdadero flojo y...—.

Otra Oportunidad - [AU. Tokyo Revengers].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora