Capitulo 24.

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Naoto escucho su celular sonar, frunció el ceño y lo tomo, desde hacia un rato habia dejado la residencia de Takemichi pues este se habia ido de la nada.

Cuando tomo el teléfono vio que todo el dinero de esa semana en la tarjeta de su "Jefe" habia desaparecido, más específicamente que habia sido gastado en muchas cosas, vio la tienda en la que fue gastada...

Cuando tomo el teléfono vio que todo el dinero de esa semana en la tarjeta de su "Jefe" habia desaparecido, más específicamente que habia sido gastado en muchas cosas, vio la tienda en la que fue gastada

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—¿Y si te gusto?— Mitsuya aun seguía en su estupefacción, no cabía de la emoción— ¿Eso es un si o un no?— Takemichi jugueteo con sus dedos—.

—Creo que ese es un si— Hanma lo tomo del hombro, al poco tiempo el peli morado se acerco a las distintas telas que estaban en esa enorme habitación—.

—Esto... Yo ni siquiera hubiera podido comprar esto, además de que es ilegal— El rubio miro al mayor, este ultimo desvió la mirada—.

—¡Tú me viste comprándola!— El rubio lo tomo de las solapas de su camisa— ¡Tú!—.

—Es que ahí decía que tu compra era ilegal... Las letras pequeñas lo decían y el mismo sitio web era... Ilegal— El pelinegro con rubio solo desvió la vista mientras soltaba una risita—.

—Naoto va a venir y me va a regañar— El menor soltó un suspiro y negó mientras ponía las manos en su cabeza— ¡Ya se!, Le diré a Draken que venga por mi y...— Sintió un golpe en la cabeza— ¡¿Y eso por qué?!—.

—Por querer huir, ¿Si sabes que entre tu sueño pediste ya un coche para transportar tus obras?— Takemichi frunció su ceño no recordando haber echo eso— Todavía tienes el numero en tu teléfono por si no me crees—.

El menor iba a revisar eso cuando escucho como tocaban a su puerta, fue abrir viendo a las personas que llevaría sus obras al museo.

Hanma se asomó, tomo del hombro a Takemichi y lo hizo hacia atrás.

—Somos el servicio de transporte que contrataron— El mas alto miro al peli morado— Un placer, soy Ran Haitani y mi hermano es Rindou Haitani—.

—Venimos por las pinturas— El menor de los dos se acercó— Ya tenemos la dirección y el pago, pueden darnos las pinturas sin mayor problema—.

—Adelante, solo que yo iré con ustedes, soy el asistente personal del dueño de las pinturas— Les dio libre paso y los siguió de cerca—.

El rubio dueño de las pinturas sólo veía aquellos cuadros que hizo... Hasta que se quedo congelado cuando vio que estaban sacando una de Kisaki.

Miro a Hanma, este veía aquellos cuadros que desbordaban tristeza, rencor, venganza... Takemichi recordó entonces que no había dejado que el pelinegro con rubio mirara esos cuadros pues sabia aún cuanto lo extrañaba y cuanto le iba afectar ver eso.

—Hanma...— El rubio se acercó un poco— Puedo explicarlo—.

—No tienes nada que explicar, esta era la idea y realmente me alegra que lo hayas tenido en cuenta— El mayor acarició la cabeza del menor— Gracias—.

Otra Oportunidad - [AU. Tokyo Revengers].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora