Otra Oportunidad - [AU. Tokyo Revengers].

Capitulo 7.

Takemichi despertó en su cama, con su respiración agitada y desconcertado, se sentó y tomo su cabeza, le dolía como el infierno.

Tomo su celular y se sorprendió, ¡Habia dormido tres días seguidos!, fue entonces cuando se dio cuenta de la sonda en su brazo, iba a gritar para que al menos alguien fuera cuando la puerta habia sido abierta de la nada.

—¡Takemichi!— Chifuyu se dio media vuelta y salió desconcertando al mayor ahí—.

Después de un rato entro con un medico, este ultimo hizo todos los chequeos que debía y una vez termino lo desconecto del suero para luego irse.

—¿Qué fue lo que me sucedió?— El rubio se sostuvo del mueble pues aún creía que se caería—.

—Te desmayaste, Naoto tuvo que derribar la puerta de tu estudio porque simplemente no respondías— El menor se acercó a su amigo y puso su mano en su rostro— Él y todos nosotros realmente nos preocupamos muchísimo, más él—.

—¿Naoto?, ¿Pero por qué él? Solo somos amigos— Takemichi vio como su compañero negaba y suspiraba—.

—Realmente no se si eres tonto o te haces— Chifuyu le sonrió— Él estuvo aquí, día y noche, viéndote y hablándote, solo salía para ir al baño y comer algo, pero el nunca se separo de tu lado—.

—Naoto...— Sonrió y cerro los ojos, fue entonces que recordó lo que sucedió—.

—Yo... Terminé— El rubio comenzó a derramar lágrimas— Yo, por fin voy a salvarte, ¿No?, ¿Mikey?—.

—Ahgggg— El pelinegro lo miro confundido, ¿Su compañero se sentía mal?— Soy un maldito imbécil— Chifuyu no pudo decir algo cuando Takemichi hablo interrumpiéndolo— Naoto, ¿Dónde está ahora?—.

Takemichi se sentó en el borde de la cama, estiro su mano y acarició un mechón del cabello del menor.

Suspiro... Enserio que había metido la pata hasta el fondo, debía disculparse apropiadamente por eso... Llamarlo de aquella forma...

—¿No?, ¿Mikey?—.

Negó, debía dejar de pensar en eso, iba a disculparse con Naoto, no a seguir pensando en aquella persona que rondaba por su mente casi todos los días.

Cerró los ojos pensando en lo que diría, comenzó a retirar lentamente sus dedos de aquel mechón de cabello, hasta que sintió como su muñeca era tomada con fuerza, abrió los ojos viendo a Naoto despierto.

—Nao-...— No pudo terminar cuando ya tenía al menor sobre él—.

Lo sintió llorar, ¿Por qué lloraba?, Aquella fue la primera pregunta que se hizo...

¿Lloraba de felicidad?, ¿Lloraba de tristeza?, ¿Por qué estaba llorando?...

Estaba tan enfocado en esas preguntas que no noto como él también había comenzado a llorar, pero contrario a Naoto él sí sabía porque lloraba... Por culpa.