Otra Oportunidad - [AU. Tokyo Revengers].

Capitulo 5.

Takemichi se levanto y trono sus huesos, se estiro y bostezo, habia dormido bien después de tres días seguidos de tener pesadillas.

Tomo su celular para ver la hora, pero al encenderlo se sorprendió de las múltiples llamadas perdidas que tenia, todos eran de un mismo numero, numero que al parecer no tenia agendado, iba a devolver la llamada cuando tocaron la puerta principal con algo de insistencia.

Rápidamente se levanto para ver quien era, pero al ver entrar a Mitsuya con un chico de cabello, con cierto corte de cabello que el reconocería donde fuera y pelinegro, supo de inmediato de quien se trataba.

Aquel chico se dio la vuelta para verlo, le sonrió y se quito sus lentes para estirar sus manos.

—¡Compañero!— El pelinegro casi cae cuando el rubio se lanzo a abrazarlo—.

—Compañero...— Takemichi se aferro a Chifuyu y escondió su rostro entre el cuello de este—.

—Oye... Solo me fui un año, no es para que llores— Aun así el menor abrazo con más fuerza al mayor—.

Chifuyu realmente no sabia porque Takemichi lloraba así, incluso le habia avisado de su llegada hacia unos días, aunque no vio respuesta alguna, no le habia tomado tanta importancia en el momento porque sabia lo ocupado que tanto él como su amigo estaban.

—Hey, tranquilo grandote— El pelinegro se burlo de la altura de su amigo y lo separo un poco de él— Te avise que llegaría hoy, pero creo que ni siquiera lo viste— Le sonrió y lo tomo de las mejillas para con sus dedos limpiar las lagrimas que escurrían de los grandes ojos azules—.

—Lo siento— El mayor limpio con las mangas de su sudadera sus lagrimas— Estoy en un proyecto enorme y...— Lo miro, podría decirle todo, así como lo hizo con Naoto podría decírselo a él, pero vio a Mitsuya y se detuvo a si mismo—.

Recordó entonces para que era ese proyecto en el que estaba, recordó para que se estaba desvelando tantas noches, porque no comía a sus horas, si, quería contárselo todo a Chifuyu, pero además de que su amigo se veía tan cansado al igual que él, seria como si le cayera de repente un balde de agua helada a Mitsuya, suspiro, seria lindo si en el museo se encontraran cada uno con Baji y Hakkai si es que aun no se conocen.

—Y por eso no pude contestarte— Le sonrió y le palmeo la espalda— Mitsuya, prepara una habitación para mi compañero— El peli morado asintió y se fue a hacer lo pedido— Ve a tomar una ducha, el agua caliente sale en cualquiera de todos los baños, en la cocina hay todo tipo de comida que puedes meter en el microondas—.

—Gracias, realmente quería descansar desde hace días y no tenia cabeza ni para pensar en un hotel, luego te lo pago— El menor trono su espalda—.

—No será necesario, tu tranquilo, somos compañeros, ¿No?— Chifuyu asintió y vio como su amigo desaparecía por el pasillo—.