Tsukiguni Michikatsu – Kokushibō:
Amor: (Del lat. Amor, –ōris). m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
Horas después de la llamada a Dōma:
—No me esperaba que te gustaran este tipo de cosas… —dijo Muzan haciendo girar con un elegante movimiento de muñeca el vino en su copa. Fragante espuma cubría la desnudez de nuestros cuerpos sumergidos en el cálido agua de la gran bañera de mi apartamento. Unas velas doradas colocadas en lugares estratégicos proyectaban sombras danzarinas en los azulejos de las paredes y ofrecían una imagen casi irreal en el espejo.
— No es algo que acostumbre a hacer con cualquiera —repuse pasándole la suave esponja natural por su espalda tatuada con exquisitez hasta casi rozar sus nalgas redondas y firmes, adaptándose cada delicado trazo perfectamente a la curva de sus músculos como si hubiera nacido con él.
—¿Cómo de especial soy para ti? —preguntó de pronto girándose y colocándose de rodillas entre mis piernas, inclinó la cabeza hacia un lado y se humedeció los labios con la punta de su lengua antes de morderse el inferior con lascivia.
—Eres… —me detuve y negué con la cabeza, más para mí mismo que para él— si lo dijera de viva voz me llamarías exagerado o me tomarías por loco.Sus largos dedos envolvieron mi miembro provocándome un súbito estremecimiento y lo miré con los ojos muy abiertos sintiendo como me acariciaba de arriba abajo con una deliciosa lentitud.
—Prueba a ver… —me susurró al oído tras inclinarse sobre mí. Enterré mis dedos entre los ondulados mechones de su nuca y tiré de ellos con cuidado buscando su boca que al entrar en contacto con la mía dejó escapar un gemido que vino a morir en lo más profundo de mi garganta.Mientras nos besábamos su mano no se detuvo un solo momento y cuando sentí que estaba a punto de estallar lo atraje hacia mí, sentando lo en mis caderas y deslizando un dedo entre sus nalgas acariciando su agujero. Nuestros labios se separaron con un leve chasquido y pude ver el destello de las velas en el hilo de saliva que unía su lengua a la mía. Introduje el dedo y volvió a gemir, esta vez con algo más de intensidad mientras sus mejillas de marfil se teñían de grana. Un segundo y un tercer dígito se deslizaron en su interior dilatándolo hasta que pude abrirlos como unas tijeras.
—¿Crees que a un cualquiera le haría esto? ¿Mgh? —pregunté penetrándolo de una fuerte embestida notando como su interior me succionaba con ansias.
—¡A-aaaaaahhh! —gimió arqueando la espalda hacia atrás. Durante unos instantes permanece inmóvil aguardando que se acostumbrara a mí y acto seguido comenzó a moverse acariciando su vientre abultado por mi pene.— ¡Ngh…! ¡O-oh! Entonces… debo sentirme afortunado por ser el elegido…Mis manos lo agarraron de los glúteos clavando mis dedos mientras comenzaba a rebotar sobre mí. El baño se inundó con los lujuriosos sonidos que articulaban nuestras gargantas y el entrechocar de nuestros cuerpos.
Quisiera que esto no quedara reducido a este momento que agoniza con cada inhalación, con cada beso, caricia y gemido. Quisiera que tú fueses capaz de contemplar el mismo futuro que yo en el que despertáramos cada mañana el uno al lado del otro. Pero me aterra que quieres no tengas las mismas aspiraciones que yo, que en tu futuro ni en tu corazón haya un lugar para mí.
Mis manos se deslizaron por su espalda y mis dientes se hundieron en su hombro mientras me clavaba profundamente derramándome en su interior. Su cuerpo se estremecía entre mis brazos mientras mis gruñidos se entremezclaban con sus gritos de placer.
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La calidez y claridad de las primeras luces del alba atravesó repentinamente mis párpados y me giré para ocultar mi rostro contra el colchón, fue entonces cuando me di cuenta de que estaba solo en la cama. Abrí los ojos y miré en derredor, no quedaba ni rastro de él. De un salto salí del lecho y lo busqué por todo mi apartamento, había desaparecido como si se lo hubiera tragado la tierra. Cuando minutos más tarde encendí mi móvil tenía un mensaje suyo en el que me recordaba que aún teníamos un obstáculo del que nos teníamos que deshacer.
No hay nada peor que se confirme lo que uno más teme, el no significar nada para la persona por la cual serías capaz de dar la vida y que solo te vea como un juguete, mero entretenimiento.
Vacío e inexpresivo, borré el mensaje. Debía aceptarlo, hay personas que son así. Pese a que lo había visto una y otra y otra vez con mis propios ojos, había tratado desesperadamente de autoengañarme repitiéndome que entre Muzan y yo había un lazo, algo especial que nos unía pese al transcurso de los años. Pero esa ilusión se había desmoronado del mismo modo que lo hace un maldito castillo de naipes.
Dosgatosescritores:
¡Media eternidad me ha llevado escribir el capítulo y aún así siento que el lemon no me ha quedado lo suficientemente bien! ¡¡Aaaaaaahhh!! ¿Soy demasiado quisquilloso?
Por otro lado llevo un tiempo leyendo y viendo cosas que realmente me están preocupando, ya no solo en esta plataforma, si no también en libros físicos y eso que me está rallando tanto es que se romanticen relaciones tóxicas y abusivas. Yo mismo he querido escribir este libro con parejas que, tengo la impresión que dedicándole el tiempo y el cariño necesarios, pueden llegar a ser parejas sanas de esas que pese a que haya malos entendidos van a durar juntas toda la vida y a un mismo tiempo mostraros como es realmente una relación con una persona que solo ve a otra, independientemente de su sexo como un objeto desechable o un juguete que en cuanto deja de serle útil es olvidado. Gatitos, ya sé que me estoy enrollando como una persiana, y que puede que mis libros no sean los mejores, pero os pido que si leéis más libros en donde sea, lo hagáis con mentalidad crítica y no déis apoyo a autores (sobretodo autoras) que os ponen ante vuestros ojos obras tan perjudiciales y que si veis algo en mis obras que no sea correcto, me lo hagáis saber para corregirme.
Una vez dicho esto, me despido hasta dentro de nada.
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Sed De Venganza. (Tinta y Fuego parte IV).
Fiksi PenggemarCuarta parte de la saga Tinta y Fuego. Senjuro ha sido secuestrado por los subordinados de Dōma, con tan mala suerte de que en el mismo se ha visto envuelto en un violento accidente... Esto despertará la ira de Akaza quién sin saberlo está a las pu...