Sed De Venganza. (Tinta y Fuego parte IV).

18. El Ahorcado:

Kokushibō:

«Ven donde siempre»

«¿Qué se supone que estás haciendo? ¿Por qué tardas tanto?»

«¿Estás enfadado por lo de la otra vez? Sinceramente, no me esperaba que fueras tan sensible».

Levanté la mirada del móvil sin tomarme la molestia de responder a sus mensajes y vi que Dōma me miraba con ojos muertos, como los de un pez que reposa sobre el hielo de una pescadería. Tenía la boca llena de sangre y unas cuantas piezas dentales no habían sobrevivido al paso de Akaza que como un huracán se las había llevado por delante.

Acabemos rápido con esto. Me dije a mí mismo ajustándome los guantes de cuero y tomando una cuerda de nailon de la bolsa de deporte que había traído, la fui desenrollando lentamente. Por fin los ojos arcoíris se movieron y con voz pastosa comenzó a hablar.
—En realidad tú y yo no somos tan diferentes —dijo arrastrando las palabras. Decidí ignorarlo y me moví por la habitación tomando una silla y arrastrándola hasta colocarla debajo de una viga del techo. Tras hacerle un nudo corredizo la hice pasar por un hueco entre esta y el techo. La aseguré bien y me acerqué a Dōma quién se puso en pie por sí mismo y por un momento pensé que trataría de huir, pero para mi sorpresa me arrancó la cuerda de las manos y se subió a la silla para luego pasársela el mismo por la cabeza.
—Dōma, deja que te diga algo antes de que te vayas… —dije mirándolo a los ojos.
—Soy todo oídos —repuso.
—Tú y yo no tenemos nada que ver. Aunque mi amor por Muzan no sea correspondido, sé que es real y no los delirios de un loco —dije propinándole un fuerte puntapié a la silla bajo sus pies, esta rodó por el suelo unos cuantos metros.

En su agonía lo vi boquear y retorcerse como un pez fuera del agua con tanta fuerza que con un fuerte crujido de huesos se rompió el cuello y se quedó oscilando como un macabro péndulo.

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Dosgatosescritores:

Sé que es un capítulo muy cortito pero era necesario para poner punto y final a este arco.

Todavía faltan muchas cosas, en el siguiente, la trama se centrará en la pareja principal, Shinjuro y Kagaya-sama iniciando así la recta final de esta historia. Lo creáis o no, me da mucha pena, pero junto con el hada y el hechicero se vienen otras historias que ojalá os gusten.

Nos vemos dentro de muy poquito con una nueva entrega. ¡Se os quiere tres mil infinitos!