Capítulo 1

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Estoy tirada en mi querida cama, no quiero levantarme, soy de ese tipo de personas que siempre dice si cuando la invitan a salir, y cuando llega la hora dan ganas de seguir durmiendo en fin no me gustá salir, no me gustá pensar en que me voy a poner, porque la verdad soy muy insegura respecto a mi cuerpo, odio tener que pensar que me voy poner o cómo tengo que ir odio dejar a un lado mi ropa holgada.

Desde hace dos años que decidi esconder mi cuerpo, tenia quince años cuando un grupo de chicas empezo a burlarse de mi cuerpo, el que este de moda la gente delgada hizo que mi vida en ese tiempo fuera un infierno, no es que yo sea gorda, pero tampoco veo que eso este mal, pero tenia quince años y a esa edad es donde mas afectan las burlas, nadie puede sentirse segura cuando todos hacen burlas o malos comentarios sobre tu cuerpo, o peor aun por el color de piel.

Tengo un color de piel del cual me siento muy orgullosa amo mi color de piel canela claro, pero en aquel entonces no lo miraba asi, soy una chica de un metro sesenta, ojos cafe oscuro, mi cabello es negro, cejas pobladas pero perfectas no necesito maquillarlas, pestañas largas.

Mi inseguridad llega en el momento en el que tenia que hacer deporte, recuerdo perfectamente, que se me habia olvidado el uniforme, solo llevaba un top y unos short pequeños debajo de mi uniforme habitual, intente hacerme la enferma pero no pude convencer a la profesora, me obligo a quitarme mi uniforme y quedarme con el top y los short, no me sentía muy segura pero lo hice.

Una chica rubia, de ojos azules y cuerpo de modelo la típica chica perfecta"empezo con sus comentarios fuera de lugar, que culpa tengo yo de tener un cuerpo con curvas pronunciadas o tener un trasero un poco grande, para ese entonces me gustaba mi cuerpo, me miraba en el espejo y miraba una chica de curvas, piernas firmes cintura pequeña y pechos pequeños no miraba nada de malo en mi.

Pero no todo piensan lo mismo, recuerdo muy bien lo que me dijo,

—valla, al parecer tu no sabes lo que es un gimnasio, mírate en un espejo y empieza hacer algo por tu cuerpo, pareces una marrana, sin forma, eres un asco estas gorda y fea, yo que tu escondiera el cuerpos de vaca que tienes.

Como se imaginan los comentarios y las burlas siguieron a peor, mi primer novio me dejo por que no queria estar con una gorda como yo y le daba pena, a los dieciséis fui victima de una apuesta que resulto con una humillación, por ser la virgen, la que no sale, la que no socializa, cuando cumplí los disisiete quise ligar pero resulto ser un verdadero fracaso, y asi intente con uno mas pero fue una decepción, y ahi supe que no es necesario perder mi virginidad solo por pertenecer a un grupo, no es justo que hagamos algo solo por complacer a los demasiado.

Volviendo a mi realidad donde le prometí a mi mejor amigo ser un poco mas atrevida me tiene con los nervios al cien, no me apetece salir, pero como le diga eso es capaz de patearme el trasero y es algo que no quiero, pensar que tengo bañarme, no estoy diciendo que no me guste bañarme, lo que no me gustá es dejar mi hermosa cama creo que tengo un amor prohibido con mi cama pero mas la temgo con mi almohada ustedes ya saben a lo que me refiero.

Llego la hora...

En fin no se en que demonios estaba pensando cuando le dije que si a mi querido amigo, estoy a punto de tirarme por la ventana, Daniel llego hacé treinta minutos y yo aun no se que voy a ponerme ésto es un asco,

—Daniel no tengo nada que ponerme

—Y una mierda Sofia, te buscare un maldito vestido y nadie te podrá reconocer, te dejare bella.

estoy conciderando tirarme por la ventana.

Una de las mejores cosas que te puede pasar, ademas de ser una ventaja es de tener un amigo gay, nadie lo puede saber solo yo.
es pequeño secreto querida.

—aquí esta lo que te vas a poner, ve ducharte aquí te espero, y no se te olvide depilarte

—¡Daniel voy a una fiesta no a tener sexo con el primero que se me cruce!

Escucho como se rie,

Como ya lo saben aun soy virgen y no es que me molesta serlo aun pero mi querido amigo cada vez que tiene oportunidad se burla, y aunque se que no me lo dice enserio es un poco raro, pero como dije ya llegara el momento no tengo prisa alguna y esta noche disfrutare, si he tenido novios claro esta, pero nunca di ese paso con ellos porque eran lo único que buscaban y después de que me entere que era una apuesta para uno de ellos lo deje, ya decía yo porque uno de los mas populares se había fijado en mi en fin, fui novia de dos amigos y para no ser la larga la historia no eran hombres que valieran la pena porque el primero me dejo por estar gorda y fea y por no tener experiencia en el sexo menudo idiota quien tiene experiencia a los quince años.

—Sofia por Dios llegaremos tarde date prisa y deja de meterte los dedos.

—Callate Daniel, eres un pendejo no puedes gritar éso en mi casa.

—cariño cómo si tu papá no supiera lo que haces por las noches cuando miras porno.

—Me doy la vuelta hecha un tomate, Daniel juro no volver a revelarte o decirte mis secretos.

—cariño sabes que a nadie le dire éso y tampoco lo que haces con la almohada pobre Dora cuando viene a cambiar las sabanas.

—Daniel cierra la puta boca.

—vamos cariño tengo el vestido perfecto para ti.

Por Una Noche de Pasión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora